Los habitantes de El Pris, un pintoresco pueblo costero en Tenerife, se despertaron con el susto aún presente tras una intensa riada que azotó la localidad el pasado jueves. Este fenómeno, causado por una fuerte tormenta asociada a la borrasca Olivier, dejó a los vecinos con una mezcla de miedo y alivio, ya que, a pesar de la magnitud del evento, los daños no fueron tan graves como se temía.
La alcaldesa de Tacoronte, Sandra Izquierdo, relató que la comunidad experimentó momentos de gran preocupación. Sin embargo, gracias a la rápida respuesta del Ayuntamiento, la situación se controló antes de que se produjeran daños significativos. «La verdad es que fue una situación preocupante, pero rápidamente actuamos. Desde que supimos que estaba cayendo una tromba de agua en las medianías, pusimos en marcha un operativo para prever lo que finalmente ocurrió», explicó Izquierdo.
La mañana del viernes, un equipo de operarios municipales se dedicó a limpiar las calles de El Pris, retirando piedras y barro que habían quedado esparcidos por la zona. Aunque la normalidad se fue restableciendo, aún se podían ver montones de barro acumulados, especialmente alrededor de las piscinas públicas y en otras áreas afectadas.
El origen de la riada se atribuye a unas obras de canalización realizadas en la parte alta del municipio, específicamente en Guayonje, que, según los técnicos, han alterado el flujo natural del agua durante las lluvias intensas. La alcaldesa mencionó que estas obras han causado que el agua se acumule y arrastre tierra, lo que resulta en un desbordamiento hacia El Pris.
Este no es un incidente aislado; hace apenas un mes, una situación similar había afectado a la misma localidad. El Ayuntamiento ya había alertado al Cabildo de Tenerife sobre los problemas que estas obras estaban causando, y se había programado una visita para evaluar la situación, que tuvo que ser pospuesta. Ahora, tanto el Consistorio como la Corporación insular están trabajando en la búsqueda de soluciones para evitar que se repitan estas riadas.
La borrasca Olivier no solo impactó a El Pris, sino que también causó inundaciones en otras áreas de Tenerife, como Tejina, en el municipio de La Laguna. En este último, se ordenaron cortes en la carretera TF-13 debido a las condiciones adversas. A pesar de los inconvenientes, la normalidad también se ha ido restableciendo en estas zonas, aunque los efectos de la tormenta son visibles en el paisaje, con el agua de los barrancos arrastrando barro hacia el mar.
La situación en El Pris ha puesto de manifiesto la necesidad de una planificación adecuada y de medidas preventivas para mitigar el impacto de fenómenos meteorológicos extremos. La comunidad ha expresado su preocupación por la seguridad de sus hogares y la infraestructura local, y espera que las autoridades tomen las medidas necesarias para evitar futuros desastres.
El paso de la borrasca Olivier ha dejado una huella en la memoria de los vecinos de El Pris, quienes, a pesar de haber superado esta prueba, continúan atentos a las condiciones climáticas y a las decisiones que se tomen en el ámbito de la gestión del agua y la infraestructura. La resiliencia de esta comunidad se pone a prueba, pero también su capacidad para unirse y trabajar en conjunto ante la adversidad.