La situación de inseguridad en el barrio de Echavacoiz, en Pamplona, ha generado un creciente malestar entre los residentes y usuarios de la Sociedad Deportivo Cultural Echavacoiz. La percepción de peligro ha aumentado, especialmente durante las horas nocturnas, lo que ha llevado a muchos a evitar las actividades deportivas y a temer por su seguridad al transitar por la zona.
Los problemas comenzaron a intensificarse tras la ocupación del antiguo edificio de la ikastola Jaso, que se ha convertido en un foco de conflictos y situaciones de riesgo. Los vecinos reportan robos, intimidaciones y un ambiente de tensión que afecta tanto a quienes viven en el área como a los 2.200 usuarios del club deportivo. La preocupación es palpable, y muchos han dejado de asistir a las actividades por miedo a lo que pueda suceder al dejar sus vehículos en el aparcamiento cercano o al salir tarde de las instalaciones.
Desde la Sociedad Deportivo Cultural Echavacoiz, se ha expresado la necesidad de implementar medidas de seguridad, aunque el costo de contratar vigilancia permanente es un obstáculo significativo. Los trabajadores del club, que suman más de 25, también se sienten vulnerables ante la posibilidad de enfrentamientos con personas que intentan acceder al recinto de manera ilegal. La situación ha llevado a la dirección del club a considerar la posibilidad de aumentar la seguridad, pero la falta de recursos es un factor limitante.
A pesar de que la Policía Municipal ha incrementado su presencia en la zona, los vecinos consideran que esto no es suficiente. Muchos sienten que la vigilancia es solo un parche temporal, ya que los problemas resurgen en cuanto los agentes se retiran. Una residente del área comentó que la inseguridad ha aumentado al punto de que incluso los paseos junto al río, que solían ser un lugar de recreo, se han vuelto impracticables, especialmente para familias con niños.
Los testimonios de los vecinos son claros: la situación ha llegado a un punto crítico. Una madre de dos hijos expresó su preocupación por la seguridad de sus hijos, quienes no pueden salir solos ni utilizar los ascensores sin temor a ser acosados. La falta de un entorno seguro ha llevado a muchos a evitar el acceso al centro de salud, que se encuentra en las cercanías, lo que agrava aún más la situación.
Los residentes han señalado que el problema de la ocupación podría haberse abordado antes de que se asentaran en el edificio, y ahora se sienten atrapados en una situación que parece no tener solución a corto plazo. La comunidad ha hecho un llamado a las autoridades para que se tomen medidas efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los que habitan y utilizan las instalaciones en Echavacoiz.
La falta de acción ha llevado a un sentimiento de impotencia entre los vecinos, quienes reclaman su derecho a transitar libremente y sin miedo por su barrio. La Sociedad Deportivo Cultural Echavacoiz también ha manifestado su preocupación, indicando que el acceso a sus instalaciones se ha vuelto inviable debido a la inseguridad. La situación actual no solo afecta a los usuarios del club, sino que también repercute en la comunidad en general, que busca recuperar la tranquilidad y la seguridad en su entorno.
En resumen, la inseguridad en Echavacoiz es un problema que requiere atención urgente. Los vecinos y usuarios del club deportivo están pidiendo a las autoridades que actúen para restaurar la seguridad en la zona, permitiendo así que puedan disfrutar de su barrio y de las actividades que ofrece sin temor a ser víctimas de la delincuencia. La comunidad está unida en su demanda de soluciones efectivas que aborden la raíz del problema y devuelvan la paz a Echavacoiz.