Un incendio en el exterior de un complejo de apartamentos en Puerto Rico, Gran Canaria, llevó al desalojo de turistas que se encontraban alojados en el lugar. El incidente ocurrió en el complejo Barbados, ubicado en una popular urbanización turística de la zona. Afortunadamente, la rápida intervención de dos voluntarios de Protección Civil de Mogán, Melissa del Rosario Hernández y Ariel Rodríguez Moreno, evitó que el fuego se propagara y causara daños mayores.
El fuego se inició alrededor de las 17:20 horas y se extendió por una pared en las zonas comunes del complejo, generando una columna de humo visible desde varios puntos aledaños. Los voluntarios, al percatarse de la situación, utilizaron extintores para controlar las llamas y, al mismo tiempo, comenzaron a evacuar a los huéspedes como medida de precaución. Su actuación fue crucial, ya que el incendio podría haber tenido consecuencias más graves si no se hubiera contenido a tiempo.
Una vez que se dio la alerta, el Centro Coordinador de Emergencias (112) del Gobierno de Canarias activó los recursos necesarios para atender la emergencia. Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria llegaron al lugar para refrescar la zona y asegurarse de que no hubiera riesgo de reactivación del fuego. También se presentaron agentes de la Policía Local de Mogán y personal de ambulancias de Emeral, que estaban en las cercanías debido a la proximidad de un centro médico.
El origen del incendio se ha atribuido a un fallo en un equipo de aire acondicionado ubicado en el exterior del complejo. Aunque el incidente fue controlado rápidamente, se generó una gran preocupación entre los turistas, quienes fueron evacuados de manera ordenada y segura. La intervención de los voluntarios y los servicios de emergencia fue fundamental para evitar una situación más peligrosa.
Este tipo de incidentes subraya la importancia de la preparación y la rápida respuesta ante emergencias en áreas turísticas, donde la seguridad de los visitantes es primordial. La colaboración entre los voluntarios y los servicios de emergencia demuestra cómo una acción coordinada puede prevenir tragedias y garantizar la seguridad de las personas en situaciones críticas.
A pesar del susto, no se reportaron heridos ni daños significativos en el complejo, lo que permitió que los turistas regresaran a sus actividades una vez que se dio el visto bueno por parte de las autoridades. Este evento también resalta la necesidad de mantener protocolos de seguridad en instalaciones turísticas, así como la importancia de la formación de personal en la gestión de emergencias.
La comunidad de Mogán ha expresado su agradecimiento a los voluntarios y a los servicios de emergencia por su rápida y eficaz respuesta, que evitó que un pequeño incendio se convirtiera en una tragedia mayor. La seguridad de los turistas y residentes es una prioridad en la región, y este incidente ha servido como recordatorio de la importancia de estar siempre preparados para cualquier eventualidad.