La cadena de supermercados Alcampo ha tomado la difícil decisión de cerrar hasta 25 de sus establecimientos en España, lo que afectará a un total de 710 empleados de su plantilla. Esta medida ha sido anunciada en un comunicado oficial, donde la empresa ha explicado que la situación impactará directamente a dos de sus supermercados en Navarra, ubicados en Estella y Ansoáin. La compañía ha justificado esta reestructuración como parte de un plan de «transformación y adaptación al futuro», que busca mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de sus operaciones.
### Impacto en la Plantilla y los Establecimientos
El anuncio de Alcampo ha generado preocupación entre los trabajadores y sus representantes sindicales. Según la información proporcionada, el plan de ajuste afectará a un total de 152 establecimientos, de los cuales 25 cerrarán definitivamente, mientras que en los demás se realizarán ajustes de plantilla. La empresa ha indicado que se darán más detalles sobre el impacto específico en cada tienda a finales de junio.
La decisión de cerrar estos supermercados se enmarca en un contexto más amplio de transformación del comercio, donde Alcampo busca adaptarse a los nuevos hábitos de compra de los consumidores, que cada vez prefieren establecimientos más pequeños y convenientes. En este sentido, la cadena ha adquirido recientemente un paquete de 224 supermercados con el objetivo de aumentar su cercanía a los clientes, aunque ha reconocido que muchos de estos locales no cumplían con los estándares deseados.
La reestructuración también incluye la reducción de la superficie de 15 de sus hipermercados y la modernización de más de 60 tiendas. La compañía ha enfatizado que estas acciones son necesarias para asegurar un crecimiento sostenible y recuperar resultados positivos en sus operaciones. Además, Alcampo ha puesto en marcha una plataforma logística para mejorar su eficacia operativa y ha firmado un acuerdo para el suministro de energía renovable, lo que refleja su compromiso con la sostenibilidad medioambiental.
### Reacciones de los Sindicatos
La respuesta de los sindicatos ha sido inmediata y contundente. La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT Navarra ha expresado su preocupación y rechazo al plan de ajuste de plantilla. En su opinión, esta decisión representa un nuevo golpe a los trabajadores, quienes han demostrado un gran compromiso y profesionalidad en su labor diaria. UGT ha señalado que las decisiones empresariales no deben recaer sobre los hombros de los empleados, quienes son el verdadero motor de la empresa.
Por su parte, Comisiones Obreras ha informado que la empresa ha comunicado oficialmente el despido colectivo y ha solicitado la constitución de una mesa negociadora. Este sindicato ha manifestado su intención de abordar la situación de manera constructiva, priorizando el mantenimiento del empleo y buscando las mejores condiciones posibles para aquellos que puedan verse afectados por los despidos.
La situación en Alcampo refleja una tendencia más amplia en el sector del comercio, donde muchas empresas están reestructurando sus operaciones para adaptarse a un entorno cambiante. La digitalización y el aumento de las compras en línea han llevado a muchas cadenas a reconsiderar su modelo de negocio, lo que a menudo resulta en recortes de personal y cierres de tiendas.
A medida que Alcampo avanza en su plan de transformación, los empleados y sus representantes seguirán de cerca el desarrollo de la situación, esperando que se tomen decisiones que minimicen el impacto en el empleo y garanticen la viabilidad a largo plazo de la empresa. La cadena ha reiterado su compromiso de seguir creciendo y creando valor en la sociedad española, apostando por un comercio multicanal que ofrezca una experiencia de compra más ágil y personalizada.
En resumen, la reestructuración de Alcampo en Navarra es un reflejo de los desafíos que enfrenta el sector minorista en la actualidad. Con el cierre de establecimientos y la reducción de plantilla, la empresa busca adaptarse a un nuevo panorama comercial, aunque esto no está exento de controversia y preocupación entre los trabajadores y sus representantes. La evolución de esta situación será crucial para el futuro de la cadena y sus empleados.