La asociación de propietarios afectados por el devastador incendio en el edificio de Campanar, en València, ha iniciado un proceso de licitación para seleccionar una empresa constructora que se encargue de la rehabilitación del inmueble. Este incendio, que tuvo lugar el 22 de febrero de 2024, dejó un saldo trágico de diez personas fallecidas y ha marcado un antes y un después en la vida de los residentes de la zona.
La Asociación de Propietarios Afectados por el Incendio de Campanar (APROICAM) ha enviado invitaciones a diversas empresas constructoras, tanto locales como nacionales, para que presenten sus ofertas. El plazo para la recepción de propuestas finaliza el próximo 9 de mayo, y se espera que la obra comience a principios de julio. Este proceso de selección se llevará a cabo en dos rondas: la primera se centrará en la evaluación inicial de las ofertas, mientras que la segunda, programada para principios de junio, permitirá una revisión más exhaustiva de las propuestas que hayan superado la primera fase.
Durante el último año, el edificio ha permanecido cerrado y ha pasado por diversas etapas de evaluación y aseguramiento. Desde la intervención de la Policía y los investigadores hasta la empresa encargada de desescombrar y asegurar la estructura, cada paso ha sido crucial para garantizar la seguridad del lugar y preparar el terreno para la futura rehabilitación. Sin embargo, los propietarios estiman que el proceso completo podría extenderse hasta febrero de 2027, lo que significa que podrían pasar hasta tres años lejos de sus hogares.
El incendio que arrasó el edificio no solo causó pérdidas humanas, sino que también ha desencadenado un proceso judicial que continúa en desarrollo. Recientemente, la Audiencia Provincial de Valencia desestimó varios recursos de apelación presentados por las familias de las víctimas, quienes buscaban que se investigara más a fondo la responsabilidad de los bomberos y otros funcionarios en la gestión del incendio. La decisión de no imputar al jefe de bomberos ha generado controversia, ya que muchos consideran que su testimonio y acciones durante el siniestro deberían ser revisados.
La Audiencia argumentó que la valoración de la credibilidad del testimonio del jefe de bomberos excede el momento procesal actual y que la investigación sigue siendo flexible a medida que se obtienen nuevos datos. Además, se rechazaron otras diligencias que buscaban investigar el estado de las instalaciones del edificio, como la escalera de emergencia y la falta de una columna seca, así como el material utilizado en la fachada.
La comunidad afectada ha estado unida en su dolor y en su lucha por justicia, recordando a las víctimas y buscando respuestas sobre las causas del incendio. Este evento ha dejado una huella profunda en la ciudad de València, y la rehabilitación del edificio es solo un paso en un proceso mucho más amplio que incluye la búsqueda de justicia y la mejora de la seguridad en edificaciones similares.
A medida que se acerca la fecha límite para la presentación de ofertas, los propietarios esperan que las empresas seleccionadas no solo cumplan con los plazos establecidos, sino que también garanticen la calidad y seguridad de las obras. La tragedia del incendio de Campanar ha resaltado la importancia de la seguridad en la construcción y la necesidad de una regulación más estricta para prevenir futuros incidentes.
La comunidad de Campanar, aunque marcada por la tragedia, se mantiene firme en su deseo de reconstruir y recuperar lo que han perdido. La rehabilitación del edificio no solo representa un retorno a la normalidad, sino también un símbolo de resiliencia y esperanza para todos los afectados.