Cientos de miles de estadounidenses se manifestaron en diversas ciudades del país para expresar su descontento con las políticas del presidente Donald Trump y el magnate Elon Musk. La movilización, que tuvo lugar en los 50 estados, fue impulsada por la preocupación por los recortes en programas sociales y un plan arancelario que amenaza con llevar a la economía hacia una nueva recesión. La protesta, que reunió a más de 500,000 personas según los organizadores, se convirtió en un grito colectivo contra lo que muchos consideran un asalto a las instituciones democráticas y un ataque a los derechos sociales.
La manifestación fue un reflejo del creciente descontento entre los ciudadanos, quienes sienten que sus voces no están siendo escuchadas por el gobierno. En Washington, Susie y Kenton Campbell, funcionarios jubilados, sostuvieron una pancarta que exigía acción del Congreso para frenar lo que consideran un golpe de Estado. Kenton expresó su frustración hacia Musk, afirmando que su influencia está destruyendo agencias federales y perjudicando a los trabajadores. Susie, por su parte, destacó que, a pesar del sombrío panorama, la masiva participación le daba esperanza.
Las razones para protestar eran variadas. Pembroke, un residente de Connecticut, mencionó que era difícil encontrar algo positivo en el gobierno actual. Su cartel resumía su indignación: «Usad mis impuestos para ayudar, no para el odio». Enumeró las políticas de Trump que considera perjudiciales, incluyendo recortes en atención médica y la eliminación de fondos para la investigación contra el cáncer. La violación de la libertad de expresión también fue un tema recurrente entre los manifestantes, quienes denunciaron la represión de voces disidentes.
En ciudades como Nueva York, Chicago y Filadelfia, las calles se llenaron de manifestantes que exigían un cambio. La protesta se caracterizó por la diversidad de sus participantes: profesores, científicos, estudiantes, inmigrantes y activistas de diversas causas se unieron bajo el lema «¡Manos Fuera!». Este lema se convirtió en un símbolo de resistencia contra las políticas de Trump y Musk, que muchos consideran perjudiciales para la sociedad.
La oposición al presidente ha crecido, especialmente tras el anuncio de nuevos aranceles que han afectado a los ciudadanos. En Manhattan, algunos manifestantes se disfrazaron de soldados revolucionarios, recordando la lucha por la independencia y rechazando la idea de un presidente que se autoproclama rey. La preocupación por la concentración de poder en manos de un multimillonario no electo como Musk ha resonado entre los ciudadanos, quienes ven en ello una amenaza a la democracia.
Desde que Trump asumió su segundo mandato, ha firmado más de un centenar de órdenes ejecutivas, muchas de las cuales han sido bloqueadas temporalmente por los tribunales. Sin embargo, su desafío a la justicia ha dejado al país en una situación crítica, donde la división política se hace cada vez más evidente. Mientras algunos demócratas abogan por esperar a las elecciones legislativas de mitad de mandato, otros, como Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, llaman a la movilización y al activismo para resistir el asalto republicano.
A pesar de la masiva participación en la protesta, existe un sentimiento de resignación entre algunos sectores de la sociedad civil. Muchos sienten que el movimiento ha perdido fuerza en comparación con las manifestaciones del primer mandato de Trump. Sin embargo, la reciente movilización ha servido para unir a diferentes grupos en una causa común, lo que podría revitalizar el activismo en el futuro.
La protesta de ayer fue un claro indicativo de que la resistencia está despertando de un letargo. Los ciudadanos han comenzado a tomar conciencia de su poder y de la necesidad de actuar en defensa de sus derechos. A medida que las políticas de Trump continúan generando descontento, es probable que veamos un aumento en la movilización social en los próximos meses, mientras la sociedad civil busca formas de hacer escuchar su voz y exigir cambios significativos en la dirección del país.