El reciente anuncio del Gobierno español sobre la activación de un tramo de 1.000 millones de euros en avales para empresas ha generado un gran interés en el ámbito económico. Esta medida, que forma parte de un paquete más amplio de 14.100 millones de euros, busca mitigar el impacto de los aranceles impuestos por la Administración Trump, que han afectado a diversas industrias en España. A continuación, se detallan los aspectos más relevantes de esta iniciativa y cómo se estructuran los avales para las empresas.
**Estructura de los Avales y su Destino**
El Consejo de Ministros ha dado luz verde a esta línea de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que se destina a empresas que enfrentan dificultades debido a las nuevas medidas arancelarias. De los 1.000 millones de euros activados, aproximadamente 750 millones están destinados a garantizar la liquidez de las empresas, mientras que los restantes 250 millones se enfocan en avalar nuevos proyectos de inversión. Esta estrategia se enmarca dentro del ‘Plan de Recuperación y Relanzamiento’, que busca establecer una red de seguridad para empresas y trabajadores, utilizando todos los mecanismos disponibles para ofrecer apoyo a los sectores más afectados.
Las empresas que podrán beneficiarse de estos avales son aquellas que tienen una exposición significativa al mercado estadounidense, ya sea a través de exportaciones o importaciones. Para ser consideradas como empresas exportadoras o importadoras expuestas, deben tener un volumen de operaciones con Estados Unidos que supere el 5% de su total. Además, se reconoce que hay empresas que, aunque no exportan directamente a EE.UU., pueden verse afectadas indirectamente. Por lo tanto, también se incluye en esta línea de financiación a aquellas que son proveedores relevantes de empresas que sí están directamente expuestas o que forman parte de cadenas de valor global.
**Modalidades de Financiación y Requisitos**
La línea de avales se divide en dos modalidades, cada una con características y requisitos específicos. Los préstamos podrán solicitarse hasta el 30 de junio de 2026, lo que ofrece un amplio margen para que las empresas se adapten a esta nueva realidad económica.
La primera modalidad está diseñada para cubrir las necesidades de liquidez a corto plazo de las empresas afectadas. En este caso, el aval podrá cubrir hasta el 80% del préstamo concedido por la entidad financiera, con un plazo de amortización de hasta cinco años y un año de carencia. Esta opción es especialmente relevante para las empresas que necesitan un apoyo inmediato para mantener su operativa y evitar problemas de solvencia.
La segunda modalidad se centra en garantizar préstamos destinados a proyectos de reconversión o transformación empresarial. En este caso, se podrá financiar hasta el 80% del valor de la inversión y hasta el 100% del circulante asociado al proyecto. Las operaciones que no superen el millón de euros serán concedidas directamente por las entidades financieras colaboradoras, mientras que las que superen esta cifra se gestionarán en régimen de cofinanciación con el ICO. El aval en esta modalidad también podrá cubrir hasta el 80% del préstamo, con un plazo de amortización de hasta 10 años y tres años de carencia.
Estas medidas son un reflejo del compromiso del Gobierno español por apoyar a las empresas en un contexto de incertidumbre económica. La activación de estos avales no solo busca proporcionar un alivio financiero inmediato, sino que también tiene como objetivo fomentar la inversión y la transformación de las empresas para adaptarse a un entorno global cambiante. La colaboración entre el ICO y las entidades financieras será crucial para garantizar que estos recursos lleguen a las empresas que más los necesitan, permitiendo así que puedan enfrentar los desafíos impuestos por los aranceles y continuar contribuyendo al crecimiento económico del país.