Miguel Bosé, el icónico cantante español, ha hecho su regreso a los escenarios tras un largo periodo de ausencia debido a problemas de salud. En su reciente aparición en el programa ‘El Hormiguero’, Bosé compartió su experiencia personal y reflexionó sobre temas de libertad y expresión en la actualidad.
Durante la entrevista, Bosé reveló que su gira, titulada ‘Importante Tour’, simboliza su deseo de volver a conectar con su público, afirmando que «lo más importante» de su vida era regresar a un escenario que considera su hogar. El artista, que ha enfrentado serios problemas de salud, incluyendo complicaciones vocales y dolores de espalda, explicó que recibió tratamientos con células madre en Lyon, lo que le obligó a estar en silencio durante un mes y medio. A pesar de los desafíos, Bosé se mostró optimista y decidido a retomar su carrera.
El cantante también habló sobre el proceso de recuperación de su voz, mencionando que la dificultad para pronunciar ciertos sonidos, como la «tr» o la «dr», fue un obstáculo significativo. «Son músculos que se atrofian. Cuesta más aprender a hablar que volver a cantar», comentó. Bosé reflexionó sobre su viaje personal, señalando que tuvo que deshacerse de muchas cargas emocionales y egoísmos acumulados a lo largo de su carrera.
En un momento de la conversación, el presentador Pablo Motos le preguntó sobre su percepción de España y Europa. Bosé no dudó en expresar su preocupación por lo que considera una pérdida de libertades en el continente. «Las libertades que teníamos en los 70 y 80 se han perdido. Ya no las hay», afirmó, añadiendo que la base de una democracia es la libre expresión, un derecho que siente que está en peligro.
El cantante también se refirió a su vida en México, donde ha encontrado un refugio y una comunidad que valora. Bosé destacó la calidez de la gente y la belleza del paisaje mexicano, contrastando su experiencia allí con lo que percibe en Europa. Su crítica hacia el «wokismo» y la regulación excesiva en Europa refleja su deseo de ver un regreso a un ambiente donde la creatividad y la libertad de expresión sean valoradas.
A lo largo de la entrevista, Bosé se mostró sincero sobre su carácter y su forma de ver el mundo. Reconoció que no tiene tendencia a la depresión, sino a la frustración, y que cuando se siente molesto, lo expresa abiertamente. Esta autenticidad ha sido una constante en su carrera, y él mismo se define como «políticamente incorrecto», lo que ha sido parte de su identidad artística.
La conversación con Bosé ha resonado en muchos de sus seguidores, quienes han apreciado su valentía al hablar sobre temas delicados y su deseo de volver a conectar con su audiencia. Su regreso a los escenarios no solo marca un nuevo capítulo en su carrera, sino que también invita a la reflexión sobre la libertad de expresión y el papel del arte en la sociedad actual.
Con su regreso, Bosé busca no solo entretener, sino también inspirar a otros a encontrar su voz y a no tener miedo de expresarse, incluso en tiempos difíciles. Su historia de superación y su perspectiva sobre la libertad son un recordatorio de la importancia de luchar por lo que uno cree, tanto en el arte como en la vida cotidiana.