Marthe Cohn, nacida en 1920 en Alsacia-Lorena, se convirtió en una figura emblemática de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Proveniente de una familia judía ortodoxa, su vida estuvo marcada por la tragedia y el coraje. Con ojos azules y cabello rubio, Cohn se convirtió en un blanco para los nazis, pero su apariencia también le permitió infiltrarse en el régimen alemán, convirtiéndose en espía para el ejército francés. Su historia es un recordatorio de la valentía y la resiliencia en tiempos de oscuridad.
### La transformación de Marthe Cohn en espía
La vida de Marthe cambió drásticamente con la ocupación alemana de su tierra natal. La invasión violó el Tratado de Versalles y forzó a su familia a huir. Mientras su hermana fue deportada a Auschwitz, Marthe logró esconderse en Francia, donde su vida tomó un giro inesperado. Con solo 24 años, se unió al servicio de espionaje del ejército francés, que en ese momento estaba bajo el liderazgo provisional de Charles de Gaulle.
Cohn recibió una misión que se adaptaba perfectamente a sus habilidades y circunstancias: debía cruzar a Alemania desde Suiza, haciéndose pasar por Martha Ulrich, una enfermera alemana en busca de su prometido desaparecido. En una entrevista, Marthe compartió que no se consideraba valiente, sino que simplemente estaba cumpliendo con lo que debía hacer. Sin embargo, su trabajo fue crucial para los aliados, ya que obtuvo información vital sobre los movimientos de las tropas alemanas, gracias a las confesiones de los soldados que atendía.
Uno de los logros más significativos de Cohn fue su contribución a la inteligencia sobre la Línea Sigfrido, un sistema de fortificaciones que protegía el frente occidental alemán. La decisión de los alemanes de abandonar esta línea permitió a las fuerzas aliadas avanzar hacia el este, lo que fue un factor determinante en la derrota de Alemania. Por su valentía y dedicación, Marthe fue galardonada con la Cruz de Guerra en 1945, así como con otros reconocimientos a lo largo de su vida, incluyendo la Medalla Militar y la Legión de Honor.
### La vida después de la guerra y el legado de Marthe Cohn
Tras el final de la guerra, Marthe Cohn se trasladó a Estados Unidos, donde se casó con Lloyd Cohn, un médico del ejército estadounidense que conoció en el frente. A pesar de haber dejado atrás el horror de la guerra, su compromiso con la memoria histórica nunca flaqueó. Marthe dedicó su vida a recordar y educar sobre los horrores del régimen nazi y el Holocausto. En numerosas ocasiones, enfatizó la importancia de recordar el pasado para evitar que se repitiera en el futuro.
«La gente tiene muy poca memoria, y hay que recordarles lo que ocurrió porque la historia se repite», solía decir. Esta frase encapsula su misión personal: asegurar que las atrocidades del pasado no se olviden y que las futuras generaciones aprendan de ellas. Marthe Cohn se convirtió en una voz influyente en la lucha contra el olvido, participando en conferencias y eventos donde compartía su experiencia como espía y sobreviviente.
A lo largo de su vida, Marthe recibió múltiples honores y reconocimientos, no solo por su valentía durante la guerra, sino también por su labor en la educación sobre el Holocausto. Su historia fue documentada en el libro «Tras las líneas enemigas», donde relata sus experiencias y reflexiones sobre la guerra y la memoria. En este libro, Cohn también aborda el impacto emocional que tuvo la guerra en su vida, afirmando que «durante la guerra envejeces rápido, maduras rápido».
Marthe Cohn falleció el 20 de este año a la edad de 105 años, dejando un legado imborrable. Su vida es un testimonio de la resistencia humana frente a la adversidad y un recordatorio de la importancia de la memoria histórica. A través de su valentía y su compromiso con la verdad, Marthe Cohn se convirtió en un símbolo de la lucha contra el olvido y la negación de los horrores del pasado. Su historia continúa inspirando a quienes creen en la importancia de recordar y aprender de la historia para construir un futuro mejor.