La llegada de Cristóbal Montoro al Ministerio de Hacienda en 2011 marcó un punto de inflexión en la gestión fiscal del país. Bajo el mandato de Mariano Rajoy, Montoro implementó un modelo de gestión que, según las investigaciones actuales, podría haber estado diseñado para favorecer a un selecto grupo de empresas. Un juez de Tarragona está investigando si el exministro utilizó su posición para manipular reformas legislativas en beneficio de su antiguo despacho, Equipo Económico, lo que ha desatado un escándalo de corrupción que involucra a varios altos funcionarios de su ministerio.
La investigación, que ha sido llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra en colaboración con la Fiscalía Anticorrupción, sugiere que Montoro habría nombrado a personas cercanas a su despacho en posiciones clave dentro del Ministerio de Hacienda. Esto habría permitido que las reformas fiscales se redactaran a medida de las empresas que contrataban los servicios de Equipo Económico. Según el informe de los investigadores, Montoro ocupaba un «rol nuclear» en esta supuesta trama, asegurando que las decisiones tomadas en su ministerio beneficiaran a ciertos sectores económicos a expensas del interés público.
Uno de los puntos más controvertidos de esta investigación es el nombramiento de Pilar Platero como subsecretaria de Hacienda y Administraciones Públicas. Platero, quien había sido socia de Equipo Económico, asumió un papel crucial en la tramitación de reformas que beneficiaban a empresas gasísticas que habían contratado al despacho. La investigación revela que, durante un breve periodo, Platero compatibilizó su cargo en el ministerio con su rol en el despacho, lo que plantea serias dudas sobre la ética de sus decisiones.
### La conexión entre Hacienda y las empresas
La relación entre el Ministerio de Hacienda y Equipo Económico no se limitó a un solo nombramiento. Varios altos funcionarios, incluidos directores generales y asesores, estaban vinculados a la consultora, creando una red de influencias que facilitaba la manipulación de las normativas fiscales. Por ejemplo, Alberto García Varela, quien fue director general de Tributos bajo Montoro, se convirtió en socio de E&Y, una consultora que, según las investigaciones, estaba involucrada en la elaboración de informes técnicos que supuestamente debían ser realizados por Equipo Económico. Esta situación plantea serias preguntas sobre la transparencia y la integridad de los procesos legislativos.
Los Mossos d’Esquadra también han señalado que Miguel Ferré, secretario de Estado de Hacienda, mostró una actitud favorable hacia las empresas gasísticas después de que estas aceptaran pagar por los servicios de Equipo Económico. Este tipo de comportamiento sugiere que las decisiones fiscales estaban siendo influenciadas por intereses privados, lo que contradice el deber del ministerio de actuar en beneficio del interés público.
Además, el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) había alertado previamente sobre la existencia de foros y cursos organizados por grandes despachos como Equipo Económico, donde altos funcionarios eran contratados a precios exorbitantes. Esto refuerza la idea de que existía un sistema en el que las empresas podían influir en las decisiones del ministerio a cambio de compensaciones económicas.
### La red de familiares y amigos
La investigación también ha revelado que varios de los altos funcionarios nombrados por Montoro tenían vínculos familiares o de amistad con miembros de Equipo Económico. Felipe Martínez Rico, quien fue director de gabinete de Montoro, es hermano de Ricardo Martínez Rico, presidente de la consultora. Esta relación plantea serias dudas sobre la imparcialidad de las decisiones tomadas en el ministerio, ya que se sugiere que la información confidencial sobre inspecciones fiscales y causas judiciales podría haber sido compartida con personas cercanas a Montoro.
Por otro lado, Rogelio y Santiago Menéndez, quienes también formaron parte del equipo de Montoro, están siendo investigados por su papel en la trama. Santiago, como director de la Agencia Tributaria, tenía acceso a información privilegiada que podría haber sido utilizada para beneficiar a empresas vinculadas a su hermano. Esta red de conexiones familiares y profesionales sugiere que el sistema estaba diseñado para favorecer a un círculo cerrado de intereses, lo que podría haber tenido un impacto negativo en la competencia y la equidad en el mercado.
La trama que rodea a Cristóbal Montoro y su gestión en el Ministerio de Hacienda es un recordatorio de la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la administración pública. Las investigaciones en curso podrían arrojar luz sobre cómo se han tomado decisiones fiscales en el pasado y qué medidas se pueden implementar para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. La corrupción en la política no solo socava la confianza del público en las instituciones, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para la economía y la sociedad en su conjunto.