La reciente investigación sobre la corrupción en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha revelado un entramado que involucra a altos funcionarios del partido, destacando la figura de Santos Cerdán, exsecretario de organización del PSOE. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha comenzado a desentrañar una serie de maniobras que apuntan a Cerdán como el principal responsable de captar a su antecesor, José Luis Ábalos, en un supuesto amaño de contratos públicos. Este escándalo ha puesto en jaque la imagen del partido y ha suscitado un gran interés mediático y social.
La UCO ha identificado a Cerdán como la figura clave detrás de una red de corrupción que, hasta hace poco, se creía liderada únicamente por Ábalos. Los nuevos hallazgos sugieren que Cerdán estaba orquestando los movimientos desde las sombras, gestionando pagos a Ábalos a través de la sociedad Servinabar, de la cual poseía un 45%. Este vínculo se remonta a junio de 2018, coincidiendo con la llegada de Ábalos al Ministerio de Transportes. Los investigadores han encontrado evidencia de que los pagos no eran aislados, sino que formaban parte de un patrón continuo que se extendía antes y después de su nombramiento.
Una conversación clave entre la hija de Ábalos, Tatiana, y Koldo García, un colaborador cercano, revela la presión que existía para realizar pagos a una fundación gestionada por ella. Esta comunicación, que tuvo lugar poco después de que Ábalos asumiera el cargo ministerial, pone de manifiesto la urgencia y la importancia de los fondos que debían ser transferidos desde Servinabar. Cerdán, en su papel de intermediario, se encargó de facilitar la transacción, lo que indica su implicación directa en el manejo de los recursos y su relación con Ábalos.
La UCO ha documentado cómo Cerdán introdujo a Koldo García como chófer de Ábalos, un movimiento que marcó el inicio de una relación más estrecha entre ambos. Este acercamiento no solo permitió a Cerdán establecer una conexión directa con el ministro, sino que también facilitó la expansión de sus intereses económicos en el ámbito nacional. La investigación ha revelado que Cerdán y Ábalos fueron designados como figuras clave del partido tras la recuperación de Pedro Sánchez de la secretaría general del PSOE en 2017, lo que les otorgó un poder significativo dentro de la estructura del partido.
Los investigadores han trazado un cronograma que muestra cómo, tras la llegada de García a Madrid, se comenzaron a gestar relaciones que implicaban no solo la gestión de contratos, sino también la elección de prostitutas, lo que añade una capa de complejidad y deshonor a la situación. La UCO ha señalado que el objetivo de Cerdán era infiltrarse en el Ministerio de Transportes para continuar favoreciendo a empresas como Acciona, a través de la manipulación de adjudicaciones públicas.
En medio de este escándalo, José Luis Ábalos ha expresado su descontento con el trato que ha recibido por parte de Pedro Sánchez, quien, según él, ha defendido a Cerdán hasta el último momento. Ábalos ha declarado sentirse utilizado y ha insinuado que tanto Cerdán como García tenían una agenda de corrupción que se remonta a su tiempo en Navarra. La tensión entre Ábalos y Sánchez ha escalado, especialmente tras la aparición de acusaciones que han puesto en entredicho la integridad de ambos.
La situación se complica aún más con la intervención de la Guardia Civil, que ha interceptado un disco duro que Ábalos intentaba sacar de su casa. Este dispositivo contenía información sensible, incluyendo estrategias de defensa y comunicaciones con otros miembros del gobierno y medios de comunicación. Ábalos ha anunciado su intención de declarar ante las autoridades y no descarta la posibilidad de llegar a un acuerdo con la fiscalía, lo que podría tener implicaciones significativas para el futuro del PSOE.
La trama de corrupción que se está desenredando en el PSOE no solo afecta a los individuos involucrados, sino que también plantea serias preguntas sobre la transparencia y la ética dentro de las instituciones políticas en España. A medida que avanza la investigación, se espera que surjan más detalles que podrían cambiar el rumbo de la política española y la percepción pública del PSOE. La implicación de figuras tan prominentes como Cerdán y Ábalos en un escándalo de esta magnitud podría tener repercusiones duraderas en la confianza del electorado y en la estabilidad del partido en el futuro.