La carne de cabra ha sido un alimento básico para los habitantes de las Islas Canarias durante siglos, aunque su reconocimiento en la alta gastronomía ha sido limitado. Sin embargo, un nuevo enfoque está cambiando esta percepción. Gracias a la combinación de ciencia y creatividad culinaria, la carne de cabra está experimentando una transformación que promete conquistar los paladares más exigentes. Este cambio es impulsado por la colaboración entre Marichu Fresno, científica del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), y el chef Diego Schattenhofer, quien ha sido galardonado con una estrella Michelin por su trabajo en el restaurante Taste 1973 del Hotel Villa Cortés.
La esencia de esta revolución se encuentra en el libro titulado «La magia de la carne de cabra madurada», donde se exploran técnicas innovadoras de maduración que permiten resaltar los sabores y texturas de esta carne. A través de un proceso inédito de maduración, la carne de cabra se transforma en un manjar, adquiriendo una ternura y jugosidad que antes no se habían logrado. Este enfoque no solo busca mejorar la calidad del producto, sino también abrir nuevos mercados para la carne de cabra de las islas, un objetivo que ha sido respaldado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria.
### Innovación en la Maduración de la Carne de Cabra
La técnica de maduración, comúnmente asociada a la carne de vacuno y a la caza, ha sido poco explorada en el ámbito de la carne de cabra. Sin embargo, el chef Schattenhofer ha comenzado a experimentar con esta técnica en las cámaras de maduración de su restaurante. Este proceso, conocido como «tenderización», permite que la carne de cabra desarrolle un abanico de aromas y sabores que antes permanecían ocultos. El libro de Fresno y Schattenhofer no solo detalla este proceso, sino que también aborda las cualidades sanitarias, nutricionales y sensoriales de la carne de cabra.
Además, el libro ofrece un recorrido por la historia y las características de las tres razas caprinas autóctonas de Canarias: la majorera, la palmera y la tinerfeña. Estas razas no solo son fundamentales para la producción de carne, sino que también son la base de los reconocidos quesos canarios, que han ganado prestigio a nivel nacional e internacional.
Las propuestas culinarias que surgen de esta investigación son variadas y creativas. Desde un steak tartar de cabra hasta un wellington de solomillo, pasando por platos tradicionales como la sopa de baifo, el tomahawk de cabra o la pierna estofada con puré de batata ahumado. Cada receta está diseñada para resaltar las cualidades únicas de la carne de cabra, ofreciendo a los comensales una experiencia gastronómica que desafía las expectativas.
### Un Futuro Brillante para la Carne de Cabra
La carne de cabra ha sido históricamente un alimento subestimado en la gastronomía canaria, pero con la llegada de estas nuevas técnicas de maduración y la creatividad de chefs como Diego Schattenhofer, su futuro parece prometedor. La combinación de tradición y modernidad está permitiendo que este producto local se posicione en el mercado gourmet, atrayendo la atención de chefs y consumidores por igual.
El interés por la carne de cabra no solo se limita a su sabor y textura, sino que también se extiende a sus beneficios nutricionales. La carne de cabra es conocida por ser una opción más magra en comparación con otras carnes rojas, lo que la convierte en una alternativa saludable para aquellos que buscan reducir su consumo de grasas saturadas. Además, su perfil nutricional incluye una buena cantidad de proteínas, vitaminas y minerales, lo que la hace aún más atractiva para los consumidores conscientes de su salud.
A medida que la carne de cabra comienza a ganar reconocimiento en la alta cocina, es probable que veamos un aumento en la demanda de este producto en los restaurantes y mercados locales. La colaboración entre científicos y chefs está demostrando ser una fórmula exitosa para reinventar la gastronomía canaria, y la carne de cabra está en el centro de esta transformación. Con el apoyo de iniciativas gubernamentales y el interés creciente de los consumidores, el futuro de la carne de cabra en Canarias parece estar lleno de posibilidades emocionantes.