La ciudad de La Laguna, en Tenerife, se viste de solemnidad cada Viernes Santo con la emblemática Procesión del Silencio, un evento que atrae a miles de espectadores y que se ha convertido en un símbolo de la Semana Santa en la región. Este año, la procesión se llevó a cabo en un ambiente de recogimiento y respeto, donde la oscuridad de la noche se convirtió en el telón de fondo perfecto para una celebración cargada de significado religioso y cultural.
La Procesión del Silencio, que se inicia en la Catedral de La Laguna y culmina en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, es un evento que reúne a las diferentes hermandades de la ciudad. A las 22:00 horas, la atmósfera se torna aún más intensa con la presencia de los agentes de la Guardia Civil, quienes escoltan al Señor Difunto en su altar. Este acto no solo es un reflejo de la devoción de los participantes, sino también de la organización y el respeto que se tiene por una tradición que ha perdurado a lo largo de los años.
### Un Desfile de Fe y Tradición
La Procesión del Silencio es única en su estilo, ya que se caracteriza por la ausencia de música y el predominio del silencio, interrumpido solo por el sonido de los regatones, que son los soportes utilizados por los cofrades para cargar la urna del Señor Difunto. Este sonido, junto con el tintineo de las campanillas que adornan la urna, crea una atmósfera de profunda reflexión y espiritualidad. Los asistentes, en su mayoría vestidos de manera sobria, se sumergen en un ambiente de recogimiento, donde cada paso cuenta una historia de fe y devoción.
El recorrido de la procesión es un viaje a través del casco histórico de La Laguna, un lugar que, en esta noche especial, se transforma en un escenario de solemnidad. Las calles, a oscuras, se llenan de luces de velas que portan los cofrades, iluminando el camino hacia la parroquia de Santo Domingo. Este desfile no solo es un acto religioso, sino también una manifestación cultural que une a la comunidad en torno a sus tradiciones.
### Continuidad de la Celebración
La Semana Santa en La Laguna no se limita a la Procesión del Silencio. El Sábado Santo se llevará a cabo la procesión de Nuestra Señora de la Soledad, que comenzará a las 18:30 horas desde la parroquia de Santo Domingo de Guzmán. Este evento será acompañado por la Venerable Hermandad del Santísimo Rosario y el Santísimo Cristo Resucitado. La solemnidad de la Vigilia Pascual, que tendrá lugar a las 22:00 horas en la Catedral, también es un momento destacado del programa, presidido por el administrador diocesano, Antonio Pérez.
El Domingo de Resurrección, la celebración continuará con el desfile del Santísimo Cristo Resucitado, que comenzará a las 9:00 horas en la misma parroquia. Este día culminará con la solemne Misa Estacional a las 12:00 horas en la Catedral, donde se impartirá la bendición papal y se llevará a cabo la procesión del Santísimo Sacramento. Este acto es una de las tradiciones más esperadas, donde la comunidad se une para rendir homenaje a la resurrección de Cristo.
La Semana Santa en La Laguna es un momento de reflexión, unión y celebración de la fe. Cada acto, cada procesión, está impregnado de un profundo significado que trasciende lo religioso, convirtiéndose en un evento cultural que atrae tanto a locales como a visitantes. La ciudad, con su rica historia y su patrimonio arquitectónico, proporciona el escenario perfecto para estas celebraciones, haciendo que cada año, la Semana Santa sea un evento inolvidable.
La Procesión del Silencio, en particular, destaca por su singularidad y por la manera en que logra conectar a las personas con sus raíces y tradiciones. En un mundo donde la inmediatez y el ruido son la norma, este evento ofrece un espacio para la contemplación y la espiritualidad, recordando a todos los participantes la importancia de la fe y la comunidad. Así, La Laguna se convierte en un faro de tradición y devoción, donde cada año, la Procesión del Silencio reafirma su lugar en el corazón de sus habitantes.