El fútbol es más que un deporte; es una forma de vida que une a las personas, trasciende barreras y crea historias memorables. En Sevilla, donde el fútbol se vive con una intensidad única, encontramos a Magdalena, una aficionada del Real Betis que, a pesar de su baja visión, no se pierde la oportunidad de apoyar a su equipo. Su historia es un testimonio de la pasión y el amor que el fútbol puede inspirar, incluso en las circunstancias más desafiantes.
### La Vida de Magdalena: Superando Obstáculos
Magdalena es una mujer que ha enfrentado retos significativos a lo largo de su vida. Con un 84% de discapacidad visual, su capacidad para ver el mundo es limitada, pero su amor por el Real Betis es ilimitado. Acompañada de su hermano Salvador, Magdalena se presenta en el estadio con un bastón que le ayuda a navegar por el entorno. A pesar de su condición, ella se niega a dejar que esto le impida disfrutar de su pasión por el fútbol.
«Tengo una enfermedad visual, soy persona de baja visión, tengo muy poca visión. Tengo de minusvalía un 84%. De visión, tendré no mucho más de un 10%, 5-10%», explica Magdalena. Sin embargo, su enfoque hacia la vida es inspirador. Ella no ve su condición como un obstáculo, sino como un desafío que ha aprendido a manejar. «No me dificulta nada. Esto sigue a lo largo de los años porque esto es una enfermedad degenerativa», añade con determinación.
La forma en que Magdalena sigue los partidos es única. Aunque no puede ver el juego de la manera convencional, ha encontrado su propio método para disfrutar de la experiencia. «Aunque no lo vea, pues veo el ambiente, me pongo mi radio, mis auriculares, escucho las retransmisiones y veo el ambiente y ya está. Lo veo en mi manera, lo que yo tengo», comparte. Esta adaptación no solo le permite seguir el juego, sino que también le brinda la oportunidad de sentir la energía y la emoción que rodea a su equipo.
### La Comunidad Bética: Un Vínculo Especial
El Real Betis no es solo un equipo de fútbol para Magdalena; es una parte integral de su vida. La comunidad bética es un lugar donde se siente aceptada y valorada. Salvador, su hermano, también ha sido un pilar fundamental en su vida, acompañándola a los partidos y asegurándose de que pueda disfrutar de cada momento. «A ella no le hace falta. Como te ha explicado, ella se pone su transistor y escucha la retransmisión. Y aparte, a ella lo que le gusta también es el ambiente. Además, las personas con las que solemos coincidir, ya nos conocemos desde hace muchos años porque somos socios todos antiguos. Ella lo pasa bien, se divierte de esa manera. Entonces, yo lo único que hago es acompañarla», explica Salvador.
La conexión de Magdalena con el Real Betis va más allá de los partidos. Ha vivido momentos inolvidables a lo largo de los años, y cada partido es una nueva oportunidad para crear recuerdos. «Yo he vivido muchos momentos. No fui a la final de 1977, porque mi niño tenía un año, era pequeño. A las demás, a todas las finales de Copa del Rey he ido», recuerda con nostalgia. Esta historia de amor por el fútbol es un reflejo de la dedicación y el compromiso que los aficionados tienen hacia sus equipos.
La pasión de Magdalena por el Betis se intensifica aún más con la posibilidad de que el equipo llegue a la final de la Europa League en Estambul. A pesar de su condición, su entusiasmo es contagioso. «Aunque yo no vea, voy a gatas», afirma con una sonrisa, dejando claro que su amor por el equipo es más fuerte que cualquier desafío físico que enfrente.
### La Importancia del Fútbol Inclusivo
La historia de Magdalena resalta la importancia de la inclusión en el deporte. El fútbol tiene el poder de unir a las personas, independientemente de sus circunstancias. La experiencia de Magdalena demuestra que el amor por el deporte puede superar cualquier barrera. Es fundamental que las organizaciones deportivas trabajen para crear un entorno inclusivo donde todos los aficionados, sin importar sus capacidades, puedan disfrutar del juego.
El Real Betis, como muchos otros clubes, tiene la responsabilidad de fomentar la inclusión y asegurarse de que todos sus aficionados se sientan bienvenidos. Esto no solo beneficia a los aficionados con discapacidades, sino que también enriquece la experiencia de todos los que asisten a los partidos. La diversidad en el deporte es una fortaleza que debe ser celebrada y promovida.
### Un Legado de Pasión y Resiliencia
La historia de Magdalena es un recordatorio poderoso de que el fútbol es más que un juego. Es una fuente de inspiración, una comunidad y una forma de vida. Su dedicación al Real Betis, a pesar de las adversidades, es un testimonio de la resiliencia humana y del poder del amor por el deporte. Cada vez que se presenta en el estadio, no solo apoya a su equipo, sino que también inspira a otros a superar sus propios desafíos.
La pasión de Magdalena por el fútbol es un ejemplo de cómo el deporte puede transformar vidas y unir a las personas. Su historia es un llamado a la acción para que todos trabajemos juntos para crear un mundo más inclusivo, donde cada aficionado pueda disfrutar del juego que ama. En un estadio lleno de emociones, Magdalena se convierte en un símbolo de esperanza y perseverancia, recordándonos que, sin importar las circunstancias, el amor por el fútbol siempre encontrará una manera de brillar.