Las aplicaciones de citas han revolucionado la forma en que las personas se conocen y establecen relaciones en la era digital. Desde su llegada al mercado, han pasado de ser una novedad a convertirse en una herramienta común para encontrar pareja. Sin embargo, a medida que su popularidad ha crecido, también lo ha hecho la frustración de muchos usuarios, quienes se sienten atrapados en un ciclo de conexiones superficiales y decepciones. Este fenómeno, conocido como «dating fatigue», refleja un cambio en la cultura de las citas y en las expectativas de los usuarios.
### La Fatiga de las Citas: Un Ciclo Sin Fin
Lucía, una usuaria de Tinder desde 2013, ha sido testigo de cómo las dinámicas de las aplicaciones de citas han evolucionado a lo largo de los años. Al principio, el uso de estas plataformas estaba rodeado de un estigma social, pero con el tiempo, se han normalizado como una forma válida de conocer gente. Sin embargo, Lucía ha notado un cambio en la cultura de las citas, donde las expectativas son más altas y las conexiones son más difíciles de establecer. «La gente no quiere ser vista como un producto, pero no encuentra otra forma de ligar», comenta.
La frustración de Lucía se ha intensificado en los últimos años, ya que siente que ha perdido la capacidad de encontrar conexiones significativas. A menudo, se abre un perfil, interactúa con hombres y, tras unas pocas conversaciones, desinstala la aplicación. Este ciclo de abrir y cerrar perfiles se ha vuelto agotador, y muchos usuarios comparten su experiencia de sentirse atrapados en un bucle de decepciones. La falta de respuestas y el ghosting son prácticas comunes que contribuyen a este desgaste emocional.
La situación no es única de Lucía. Muchos usuarios de aplicaciones de citas experimentan un agotamiento similar, donde la ilusión inicial de encontrar una pareja se ve rápidamente reemplazada por la frustración. Según datos de la industria, Match Group, la empresa matriz de Tinder y Bumble, ha perdido cerca de 40.000 millones de dólares en valor de mercado desde 2021, lo que refleja un cambio en la percepción y el uso de estas plataformas.
### La Búsqueda de Conexiones Auténticas
A medida que la Generación Z se convierte en una parte importante de la base de usuarios de aplicaciones de citas, sus expectativas están cambiando. Paul Brunson, experto en citas de Tinder, señala que esta generación busca algo más que gratificación instantánea; anhelan autenticidad y profundidad en sus relaciones. «El dating fatigue es una señal de que nuestra forma de ligar necesita evolucionar», explica Brunson. La superficialidad de las interacciones digitales ha llevado a muchos a cuestionar el valor de las conexiones que se forman a través de una pantalla.
Irene, otra usuaria de aplicaciones de citas, ha encontrado que estas plataformas le han permitido explorar su sexualidad y conocer personas de diferentes entornos. Sin embargo, también reconoce que es más difícil establecer una conexión profunda cuando no compartes un contexto común. La falta de interacción cara a cara puede despersonalizar las relaciones, lo que dificulta el desarrollo de vínculos significativos.
La psicóloga Elena Daprá observa que muchos de sus pacientes que utilizan aplicaciones de citas sienten un patrón ambivalente: están agotados por la superficialidad y la incertidumbre, pero les cuesta dejar las aplicaciones. Este fenómeno se debe en parte al miedo a perderse algo y a la falsa sensación de control que ofrecen estas plataformas. La ilusión de poder elegir entre múltiples opciones puede llevar a una disminución en la capacidad de comprometerse y a una búsqueda constante de algo mejor.
Además, la exposición continua al juicio externo en las aplicaciones puede afectar la autoestima de los usuarios. La necesidad de validación a través de «likes» y matches puede generar ansiedad y un ciclo de microduelos amorosos que desgastan emocionalmente a las personas. La presión de tener que presentar una versión idealizada de uno mismo en línea puede ser abrumadora y contribuir a la frustración generalizada.
A pesar de los desafíos, hay quienes han encontrado el amor a través de estas plataformas. Lucía, por ejemplo, conoció a alguien en Bumble con quien ahora tiene una relación formal. Este tipo de historias positivas son cada vez más raras en un panorama donde la frustración y la superficialidad parecen dominar. Sin embargo, la búsqueda de conexiones auténticas sigue siendo un objetivo para muchos, y la evolución de las aplicaciones de citas podría ser la clave para satisfacer estas necesidades emocionales en el futuro.