La práctica de regalar a los docentes al final del curso escolar ha generado un intenso debate en las comunidades educativas. Mientras algunas familias ven en estos obsequios una forma de agradecimiento, otros consideran que esta tradición se ha desvirtuado, convirtiéndose en una fuente de tensiones y desigualdades. En este contexto, varias escuelas han decidido poner un alto a esta costumbre, promoviendo un enfoque más emocional y menos materialista hacia el reconocimiento del trabajo docente.
### La Evolución de una Tradición Controvertida
La pregunta que muchos padres y madres se hacen al final del curso es: «¿Quién quiere participar en un regalo para la profe?» Sin embargo, esta cuestión no es tan sencilla como parece. En los últimos años, la tradición de regalar a los maestros ha evolucionado de simples detalles a obsequios ostentosos, lo que ha generado roces y desacuerdos entre las familias. Algunos centros educativos han comenzado a establecer normas que desalientan la práctica de hacer regalos materiales, argumentando que el verdadero agradecimiento debe manifestarse a través de palabras y gestos.
Por ejemplo, la escuela pública Can Fabra, ubicada en el barrio de Sant Andreu en Barcelona, ha emitido un comunicado solicitando a las familias que se abstengan de hacer regalos materiales. En su lugar, la escuela promueve la idea de que el mejor reconocimiento es el apoyo y la confianza de los padres. Esta decisión no ha sido fácil de comunicar, ya que los docentes no querían parecer desagradecidos, pero finalmente se optó por un enfoque que prioriza el valor emocional sobre el material.
La directora de la escuela Ignasi Melé i Farré, Olga Casco, también ha tomado medidas similares. Desde que asumió el cargo en 2017, ha abogado por la abolición de los regalos a docentes, argumentando que estos no solo son innecesarios, sino que también pueden generar conflictos entre las familias. Casco ha señalado que los regalos han ido en aumento en valor y cantidad, lo que crea una presión económica sobre algunas familias que no pueden participar. En su opinión, el reconocimiento emocional es mucho más valioso que cualquier obsequio material.
### Desigualdades y Presiones Sociales
La presión social que rodea a los regalos a docentes es otro aspecto que ha llevado a muchas escuelas a reconsiderar esta práctica. La presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA), María Capellán, ha destacado que no todas las familias pueden participar económicamente en la compra de regalos, lo que puede generar desigualdades e injusticias. Cuando las decisiones sobre regalos se toman en grupos de WhatsApp, la presión para contribuir puede ser abrumadora, creando un ambiente de obligación encubierta que no es justo para todos.
Además, la psicopedagoga Sylvie Pérez ha señalado que la cultura del regalo puede ser perjudicial para el aprendizaje y la educación. Según ella, el agradecimiento no debería estar ligado a un obsequio material, ya que esto no es pedagógico ni educativo. Pérez argumenta que, al igual que en el ámbito de la salud, donde un paciente puede decidir agradecer a una enfermera de manera personal, en el ámbito escolar debería ser el alumno quien exprese su gratitud de forma individual, en lugar de colectivizar el agradecimiento.
Las experiencias de diversas escuelas que han optado por no aceptar regalos son variadas. En la escuela Sadako de Barcelona, por ejemplo, nunca se han permitido regalos a los docentes, pero recientemente se formalizó esta política por escrito. La coordinadora de Infantil, Cristina Ferreres, ha explicado que la mejor recompensa a la labor docente es la confianza de las familias, no los regalos materiales.
Por otro lado, en la escuela La Maquinista, el director Raül Martínez ha afirmado que la decisión de no aceptar regalos está completamente asumida por la comunidad educativa. Esta postura ha permitido que la escuela se enfoque en lo que realmente importa: la educación y el bienestar de los alumnos, sin distracciones materiales que puedan desviar la atención de la labor docente.
### Alternativas a los Regalos Materiales
Frente a la creciente preocupación por la cultura del regalo, muchas escuelas están promoviendo alternativas más significativas y personales. En lugar de obsequios costosos, se alienta a los estudiantes a expresar su agradecimiento a través de dibujos, manualidades o cartas. Estas muestras de cariño son valoradas por los docentes y fomentan un ambiente más inclusivo y equitativo en el aula.
La idea es que el reconocimiento a los docentes no dependa de la capacidad económica de las familias, sino que se base en el esfuerzo y la dedicación de los alumnos. Esta práctica no solo ayuda a evitar tensiones entre las familias, sino que también refuerza el vínculo emocional entre los estudiantes y sus maestros.
En resumen, la discusión sobre los regalos a docentes está lejos de resolverse, pero cada vez más escuelas están tomando medidas para fomentar un enfoque más saludable y equitativo hacia el agradecimiento. La tendencia parece estar cambiando hacia un reconocimiento que prioriza lo emocional sobre lo material, lo que podría transformar la forma en que se valora la labor docente en el futuro.