El penúltimo encierro de San Fermín 2025 ha dejado una huella imborrable en la memoria de los asistentes, no solo por la rapidez de la carrera, sino también por los momentos de peligro que vivieron los corredores. Los toros de la ganadería gaditana de La Palmosilla, conocidos por su fuerza y velocidad, protagonizaron un encierro que se caracterizó por su intensidad y la multitudinaria participación de corredores, dado que el evento coincidió con un domingo, lo que atrajo a un gran número de personas a las calles de Pamplona.
La carrera comenzó con los toros liderando desde los primeros metros, lo que generó una atmósfera de adrenalina y emoción. Sin embargo, esta velocidad también trajo consigo una serie de incidentes que resultaron en varios heridos. En total, se reportaron ocho personas atendidas, de las cuales seis fueron trasladadas al Hospital Universitario de Navarra. Entre los heridos, dos corredores sufrieron cornadas graves, lo que subraya el riesgo inherente a esta tradición.
### Momentos Críticos Durante el Encierro
Los momentos más críticos del encierro se vivieron en tramos específicos del recorrido, como en Santo Domingo y en la curva entre Mercaderes y Estafeta. En estas zonas, la aglomeración de personas dificultó la movilidad de los corredores, lo que llevó a situaciones peligrosas. Un joven de 27 años, oriundo de Puçol (Valencia), fue uno de los afectados, sufriendo una cornada de 5 centímetros en la pierna derecha. Su ingreso en el área de traumatología del hospital fue necesario para atender la gravedad de su herida.
Otro caso alarmante fue el de un joven de San Sebastián de los Reyes (Madrid), quien recibió una cornada en el abdomen en la curva entre Mercaderes y Estafeta. Su estado fue calificado como grave, y fue llevado de inmediato a quirófano. Estos incidentes resaltan la necesidad de precaución y la naturaleza impredecible de los encierros, donde la velocidad de los toros puede llevar a situaciones de riesgo para los participantes.
A pesar de los incidentes, la carrera se completó en menos de dos minutos y medio, lo que demuestra la rapidez con la que los toros se desplazaron a lo largo del recorrido. Sin embargo, la velocidad no fue la única preocupación, ya que la falta de espacio y la gran cantidad de corredores contribuyeron a la peligrosidad del evento. En total, se registraron heridos por contusiones y cornadas, lo que llevó a un despliegue de servicios médicos para atender a los afectados.
### La Manada y su Comportamiento
La manada de toros, compuesta por cinco toros negros y un colorado, mostró un comportamiento notablemente agresivo, lo que contribuyó a la intensidad del encierro. Desde el inicio, un toro negro tomó la delantera, lo que obligó a los corredores a apartarse rápidamente para evitar ser alcanzados. Este toro, en particular, se convirtió en el centro de atención cuando levantó a un corredor en la cuesta de Santo Domingo, un momento que dejó a muchos espectadores en estado de shock.
A medida que la manada avanzaba, los toros arrollaron a varios corredores, lo que generó momentos de gran tensión. En la curva entre Mercaderes y Estafeta, un mozo que se encontraba subido en el vallado fue arrastrado hacia la manada, quedando atrapado entre dos toros durante unos instantes. Este tipo de situaciones pone de manifiesto la necesidad de que los corredores mantengan una distancia segura y estén siempre atentos a su entorno.
La carrera continuó con los toros corriendo entre la multitud, lo que dificultó que los corredores pudieran mantener una posición segura. En el tramo de Telefónica y en la bajada al callejón, la gran aglomeración de personas hizo que muchos quedaran atrapados, lo que aumentó el riesgo de lesiones. A pesar de la nobleza de los toros, que en muchos casos evitaron causar daños mayores, la situación seguía siendo peligrosa para aquellos que no lograban escapar a tiempo.
Finalmente, al llegar a la Plaza de Toros, los toros entraron al corral sin mayores incidentes, lo que contrastó con la tensión vivida durante el recorrido. La tarde prometía ser emocionante, ya que los toros serían lidiados por destacados matadores en la penúltima corrida de la Feria. Este encierro, aunque peligroso, es parte de la tradición de San Fermín, que atrae a miles de visitantes cada año, dispuestos a vivir la experiencia única que ofrece esta festividad.
La combinación de velocidad, peligro y la atmósfera festiva de San Fermín continúa atrayendo a corredores y espectadores, quienes, a pesar de los riesgos, no dudan en participar en esta emblemática tradición.