En un avance significativo en el campo de la tecnología de visualización, investigadores de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han desarrollado hologramas tridimensionales interactivos que pueden ser manipulados físicamente por los usuarios. Este innovador sistema, que utiliza un diseño basado en bandas elásticas, permite a las personas interactuar con objetos virtuales sin necesidad de controladores o dispositivos adicionales, marcando un hito en la forma en que se perciben y utilizan los hologramas.
El proyecto, denominado InteVol, ha sido financiado por el European Research Council (ERC) y ha reunido a un equipo interdisciplinario de expertos en tecnología y diseño. La doctora Elodie Bouzbib, líder del equipo, explica que este avance no solo permite observar hologramas desde diferentes ángulos, sino que también facilita su manipulación directa, lo que representa un cambio radical en la interacción con gráficos tridimensionales.
La mayoría de los hologramas que se ven en películas o en prototipos comerciales actuales son, en realidad, pantallas volumétricas que no permiten la interacción física. En contraste, el nuevo sistema de la UPNA utiliza un difusor elástico que, al oscilar a gran velocidad, proyecta imágenes a una tasa de 2.880 por segundo. Este método crea una ilusión de volumen que se puede tocar y mover, aprovechando la persistencia de la visión humana.
Uno de los desafíos iniciales del diseño era la seguridad del usuario. El difusor rígido utilizado en versiones anteriores podía causar lesiones si entraba en contacto con las manos. Para solucionar este problema, el equipo optó por un material elástico, lo que no solo mejora la seguridad, sino que también permite una interacción más natural y fluida. Aunque esto presentó el reto de corregir las distorsiones visuales causadas por la flexibilidad del material, el resultado ha sido un sistema que permite a los usuarios agarrar y mover objetos virtuales de manera intuitiva.
La interacción directa con hologramas representa un cambio de paradigma en la forma en que los humanos interactúan con la tecnología. Al igual que en dispositivos móviles, donde los usuarios tocan y deslizan para navegar, este nuevo sistema permite que las personas se acerquen a los hologramas y los manipulen con sus manos. Esta capacidad de interacción no solo es un avance tecnológico, sino que también se alinea con las habilidades innatas de los humanos para percibir y manejar objetos en tres dimensiones.
Los investigadores destacan que esta tecnología tiene el potencial de transformar diversos campos, como la educación y la museografía. En entornos educativos, por ejemplo, los hologramas interactivos podrían enriquecer la experiencia de aprendizaje al permitir a los estudiantes interactuar físicamente con conceptos complejos. En museos, los visitantes podrían explorar exposiciones de manera más inmersiva, tocando y manipulando artefactos virtuales.
El desarrollo de hologramas que se pueden tocar no solo representa un avance en la visualización digital, sino que también abre nuevas oportunidades para la humanización de la tecnología. Al permitir un contacto físico y natural con gráficos en 3D, se espera que esta innovación mejore la accesibilidad y la comprensión de la información presentada en formatos digitales.
En resumen, la creación de hologramas tridimensionales interactivos por parte del equipo de la UPNA marca un paso importante hacia el futuro de la tecnología de visualización. Con la capacidad de manipular objetos virtuales de manera intuitiva y segura, se abre un mundo de posibilidades en la forma en que interactuamos con la información y el entretenimiento. Este avance no solo redefine la experiencia del usuario, sino que también establece un nuevo estándar para la interacción digital en diversas aplicaciones.