El economista Santiago Niño Becerra ha emitido un pronóstico alarmante sobre el futuro económico mundial en una reciente entrevista. Según sus declaraciones, la situación actual de los aranceles impuestos por Estados Unidos podría llevar a una paralización similar a la experimentada durante la pandemia de COVID-19, si las condiciones no mejoran. Niño Becerra ha señalado que, aunque las caídas en las bolsas no son motivo de gran preocupación, la economía global se encuentra en una encrucijada crítica.
En su intervención, el economista destacó que la economía mundial depende en gran medida del comercio internacional. La globalización, según él, se puede interpretar de dos maneras: quién fabrica y quién exporta. Tomando como ejemplo a Alemania, que es un exportador nato, Niño Becerra explicó que su capacidad productiva supera la demanda interna, lo que la lleva a exportar a Estados Unidos. Sin embargo, la administración de Trump ha comenzado a quejarse de que el resto del mundo, incluida Europa, está «robando» a Estados Unidos, lo que ha llevado a la imposición de aranceles.
Niño Becerra también hizo hincapié en que, aunque es cierto que Estados Unidos tiene un déficit comercial, no se menciona que el país también posee un superávit significativo en la balanza de servicios, que asciende a 1,4 billones de dólares. Este aspecto es crucial, ya que el poder económico de Estados Unidos se ha visto reforzado por el uso del dólar como moneda de reserva mundial. La pérdida de este estatus podría significar una disminución del poder estadounidense en el ámbito global, algo que la administración actual busca evitar a toda costa.
El economista no dudó en afirmar que, en este momento, China es el país que parece estar ganando en esta dinámica comercial. La estrategia de Trump, según Niño Becerra, se basa en obtener mejores condiciones comerciales y precios más bajos en los mercados internacionales. Sin embargo, la incertidumbre que rodea a las políticas arancelarias podría tener repercusiones significativas en la economía global, especialmente si se intensifican las tensiones comerciales.
Además de los aranceles, la situación geopolítica en Europa, especialmente en relación con la guerra en Ucrania, también está influyendo en el clima económico. La guerra ha llevado a una serie de sanciones y contramedidas que han afectado a las economías de ambos lados del conflicto. La respuesta de Europa a las acciones de Rusia ha sido firme, pero también ha generado un aumento en los precios de la energía y otros bienes, lo que a su vez ha impactado en la inflación y el crecimiento económico en la región.
La combinación de aranceles, conflictos geopolíticos y la interdependencia económica global crea un entorno de incertidumbre que podría llevar a una desaceleración económica. Niño Becerra advierte que si la situación no mejora, podríamos enfrentarnos a un verano complicado, donde la economía mundial podría experimentar una paralización similar a la que se vivió durante la pandemia. Esto podría tener efectos en cadena que afectarían a múltiples sectores y economías a nivel global.
En este contexto, es fundamental que los gobiernos y las instituciones económicas trabajen en conjunto para encontrar soluciones que mitiguen los efectos negativos de las políticas arancelarias y las tensiones geopolíticas. La cooperación internacional y el diálogo son esenciales para evitar una crisis económica que podría tener repercusiones duraderas en el bienestar de millones de personas en todo el mundo.
En resumen, el análisis de Santiago Niño Becerra sobre la situación económica actual resalta la complejidad de las interacciones entre las políticas comerciales, la geopolítica y la economía global. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos sin precedentes, es crucial que se tomen decisiones informadas y estratégicas para navegar por este panorama incierto.