El mundo del fútbol español se encuentra de luto tras la reciente muerte de José Manuel Ochotorena, un exjugador y entrenador de porteros que dejó una huella imborrable en la historia del deporte. A los 64 años, Ochotorena falleció el 26 de octubre de 2025 en Valencia, tras una enfermedad que limitó su actividad profesional en los últimos meses. Su carrera, tanto dentro como fuera del campo, es un testimonio de dedicación y pasión por el fútbol.
Nacido en San Sebastián en 1961, Ochotorena debutó en la Primera División con el Real Madrid en un contexto complicado, durante la huelga de futbolistas de 1982. A pesar de las dificultades, logró hacerse un nombre en el club blanco, donde ganó una Copa del Rey, tres Ligas, dos Copas de la UEFA y una Copa de la Liga. Sin embargo, su trayectoria estuvo marcada por las lesiones y la competencia feroz en la portería, lo que limitó su tiempo de juego.
### La Trayectoria como Jugador
Después de su paso por el Real Madrid, donde tuvo que lidiar con la llegada de Paco Buyo que lo relegó a la suplencia, Ochotorena encontró su lugar en el Valencia CF en 1988. Esta etapa fue la más fructífera de su carrera, donde se destacó por su rendimiento excepcional. En su segunda temporada en Mestalla, logró el prestigioso Trofeo Zamora, que reconoce al portero menos goleado del campeonato. Este éxito le abrió las puertas de la selección española, donde fue convocado para el Mundial de Italia 1990, junto a otros grandes como Andoni Zubizarreta.
Su carrera como jugador continuó en el Valencia durante la primera mitad de los años noventa, antes de pasar por el Tenerife y finalizar en el Logroñés. A lo largo de su trayectoria, Ochotorena se convirtió en un referente para muchos jóvenes porteros, gracias a su estilo de juego y su ética de trabajo.
### La Carrera como Entrenador de Porteros
Tras su retiro en los años noventa, Ochotorena no se alejó del fútbol. Regresó al Valencia CF como entrenador de porteros, donde tuvo la oportunidad de trabajar con algunos de los mejores guardametas de la historia del club. Bajo la dirección de Rafa Benítez, su labor fue fundamental para el desarrollo de varios porteros, entre ellos figuras como Santiago Cañizares y Diego Alves. Su enfoque no solo se centraba en la técnica, sino también en la preparación psicológica de los jugadores, un aspecto que muchos de sus pupilos valoraron enormemente.
Ochotorena también formó parte del cuerpo técnico de la selección española, donde su influencia se sintió en los mayores éxitos del equipo nacional. Desde la Eurocopa de 2008 hasta el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, su trabajo fue crucial para el desarrollo de una generación dorada de futbolistas. A lo largo de su carrera, estuvo presente en múltiples competiciones internacionales, incluyendo la Eurocopa de 2004 y los Mundiales de 2006, 2014 y 2018.
Su legado como entrenador de porteros es innegable. Trabajó con una amplia gama de talentos, desde Cañizares hasta Jaume Doménech y Neto, y su enfoque formativo ha dejado una marca en cada uno de ellos. El georgiano Giorgi Mamardashvili, uno de sus últimos pupilos, destacó en una entrevista cómo Ochotorena le enseñó no solo aspectos técnicos, sino también cómo manejar la presión y la psicología del juego.
La permanencia de Ochotorena en el Valencia a lo largo de 19 entrenadores diferentes es un testimonio de su importancia en la estructura del club. Su capacidad para adaptarse y su dedicación al desarrollo de los porteros lo convirtieron en una figura respetada y querida en el mundo del fútbol.
### Un Legado que Perdura
La vida de José Manuel Ochotorena es un ejemplo de cómo la pasión por el fútbol puede trascender generaciones. Desde su debut en el Real Madrid hasta su papel como formador en el Valencia y la selección española, su influencia ha sido profunda y duradera. Su compromiso con el desarrollo de los porteros ha dejado un legado que seguirá vivo en el corazón de aquellos que tuvieron la suerte de aprender de él.
El impacto de Ochotorena no se limita a los trofeos y reconocimientos que acumuló a lo largo de su carrera. Su dedicación y amor por el fútbol han inspirado a muchos jóvenes a seguir sus pasos, y su legado perdurará en la historia del deporte español. La comunidad futbolística se une en el dolor por su pérdida, recordando no solo al jugador y entrenador, sino también al hombre que dedicó su vida a formar a las futuras estrellas del fútbol.
La figura de José Manuel Ochotorena será recordada no solo por sus logros en el campo, sino también por su contribución al desarrollo del fútbol en España. Su legado es un recordatorio de que el verdadero éxito en el deporte no se mide solo en trofeos, sino en la capacidad de inspirar y formar a las futuras generaciones.