El aeropuerto de El Prat, uno de los más importantes de España, se encuentra en el centro de un intenso debate sobre su ampliación y la gobernanza que rodea su gestión. La Generalitat de Catalunya está a punto de presentar su propuesta, que se basa en las recomendaciones de un comité de expertos. Esta iniciativa busca aumentar la capacidad operativa del aeropuerto para vuelos de largo radio, un paso considerado crucial para la recuperación económica de la región y su posicionamiento en el contexto europeo.
La propuesta de ampliación incluye la prolongación de la tercera pista en 500 metros, lo que permitiría a los aviones de gran tamaño operar con mayor facilidad. Sin embargo, esta expansión no está exenta de controversia, ya que afectará a áreas protegidas como la Ricarda y el Remolar. A pesar de las preocupaciones medioambientales, el conseller de Presidència, Albert Dalmau, ha asegurado que se están considerando compensaciones significativas para mitigar el impacto ambiental de la ampliación. La inversión total para este proyecto se estima en más de 2.000 millones de euros, que incluirán mejoras en las terminales existentes y la construcción de una nueva terminal satélite.
### La Gobernanza del Aeropuerto: Un Asunto Controversial
Uno de los puntos más debatidos en torno a la ampliación del aeropuerto es la gobernanza. La Generalitat y las administraciones locales han expresado su deseo de tener un papel más relevante en la toma de decisiones estratégicas relacionadas con el aeropuerto. Esto incluye aspectos como las rutas aéreas y las inversiones necesarias para el desarrollo de la infraestructura. Sin embargo, la realidad es que el modelo de gobernanza del aeropuerto no puede replicar el del Port de Barcelona, donde diversas entidades tienen representación en un consejo de administración. En el caso de Aena, el gestor aeroportuario, su naturaleza como empresa cotizada limita la capacidad de influencia de la Generalitat.
El acuerdo de investidura entre el PSC y ERC establece que la Generalitat debe tener un papel determinante en la gestión del aeropuerto, pero este papel podría ser más consultivo que decisivo, dado el marco legal vigente. Esta situación ha generado tensiones políticas, especialmente con ERC, que ha manifestado su oposición a cualquier ampliación que no contemple una gestión más equitativa y participativa.
### Desafíos y Oportunidades para el Aeropuerto de El Prat
La ampliación del aeropuerto de El Prat representa tanto un desafío como una oportunidad para Catalunya. Por un lado, la necesidad de mejorar la conectividad internacional es evidente si la región desea recuperar su liderazgo económico en España y Europa. Por otro lado, el proceso de aprobación de la ampliación podría ser largo y complicado, con evaluaciones ambientales que podrían extenderse hasta tres años antes de que se inicien las obras, seguidas de un periodo de construcción que podría durar cinco años más.
El Govern de la Generalitat, liderado por Salvador Illa, está decidido a avanzar en este proyecto, pero la situación política actual sugiere que será necesario alcanzar un consenso amplio. Aunque no se requiere un aval parlamentario para llevar a cabo la ampliación, el apoyo de diferentes grupos políticos será crucial para asegurar la viabilidad del proyecto ante las autoridades europeas, que tendrán la última palabra sobre la aprobación de las obras.
La reciente aprobación de un suplemento presupuestario de 4.000 millones de euros por parte de la Generalitat, gracias a sus socios de investidura, ha despejado el camino financiero para la ampliación. Sin embargo, el camino hacia la realización de este proyecto no será sencillo. La oposición de los Comuns, que se oponen radicalmente a la ampliación, añade una capa adicional de complejidad a la situación política.
A medida que se acerca la presentación de la propuesta de ampliación, el Govern deberá navegar por un paisaje político complicado, buscando el apoyo de ERC y otros actores clave. La capacidad de la Generalitat para gestionar esta situación y alcanzar un consenso será determinante para el futuro del aeropuerto de El Prat y, por ende, para la economía de Catalunya en su conjunto. La ampliación no solo es un proyecto de infraestructura; es un símbolo de la capacidad del Govern para tomar decisiones que impacten positivamente en la región, a pesar de las dificultades políticas y medioambientales que puedan surgir en el camino.