La reciente reestructuración de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha traído consigo un enfoque renovado hacia la independencia y la gestión de las infraestructuras del país. Con Elisenda Alamany como secretaria general, el partido busca no solo reivindicar más inversiones, sino también obtener un mayor control sobre las decisiones que afectan a Catalunya. Alamany ha dejado claro que la independencia no se puede alcanzar sin gobernar las infraestructuras estratégicas del territorio. En este contexto, la negociación con el gobierno español se convierte en una herramienta clave para avanzar en la agenda independentista.
### La Inversión y el Crecimiento Económico
Uno de los puntos más críticos que ha señalado Alamany es la baja inversión del Estado en Catalunya, que se sitúa un 20% por debajo de lo presupuestado. Esta situación, según la líder de ERC, no solo es un castigo sistemático hacia la comunidad autónoma, sino que también frena el crecimiento económico del país. La estrategia de ERC se centra en hacer respetar los derechos de Catalunya y utilizar todas las palancas disponibles en el Congreso y el Parlament para lograrlo.
Alamany ha enfatizado la necesidad de pasar a la acción, solicitando traspasos de soberanía que permitan a Catalunya gestionar sus propios recursos. La idea es que el poder que actualmente reside en Madrid se transfiera a manos catalanas, lo que facilitaría una distribución más equitativa de la riqueza. En este sentido, la financiación singular y la condonación de deuda son temas que se han vuelto cruciales en las negociaciones con el gobierno español. Alamany ha mencionado que, si los pactos no se cumplen, la prórroga del presupuesto es una opción que se ha utilizado en el pasado, lo que indica que ERC está dispuesta a ser firme en sus demandas.
### Relaciones con Otros Partidos y la Negociación con el PSC
La relación de ERC con Junts, otro partido independentista, ha sido objeto de debate. Alamany ha señalado que la nueva etapa de ERC implica dejar atrás los complejos y reconocer que son un partido grande y decisivo en la política catalana. La colaboración con Junts es importante, pero también lo es la crítica constructiva cuando no se cumplen las expectativas en temas clave como el concierto económico. La idea es que ambos partidos deben trabajar juntos en cuestiones que son fundamentales para el progreso económico de Catalunya.
En cuanto a la negociación con el PSC, Alamany ha sido clara al pedir un liderazgo que no dependa únicamente de Sánchez. La necesidad de una respuesta coordinada a los aranceles impuestos por Estados Unidos es un tema que preocupa a ERC, ya que afecta a unas 3.200 empresas en Catalunya. La secretaria general ha instado al Departament d’Empresa a estar a pleno rendimiento para proteger la cadena de valor de las empresas catalanas, evitando que las ayudas a empresas se traduzcan en despidos.
La financiación singular es otro tema candente. Alamany ha expresado su optimismo sobre el cumplimiento de los plazos, pero ha advertido que todos los pasos deben ser irreversibles. Esto incluye la dotación de personal y la reestructuración de la Agència Tributària de Catalunya, con el objetivo de que en 2026 se pueda comenzar a recaudar el IRPF. La fiscalización y el seguimiento de estos procesos serán fundamentales para garantizar que se cumplan las promesas realizadas.
### La Gobernanza de las Infraestructuras Estratégicas
Uno de los temas que ha cobrado relevancia en la agenda de ERC es la gobernanza de los aeropuertos catalanes. Alamany ha afirmado que el debate sobre la gobernanza es crucial y que ERC ha decidido salir a la ofensiva para plantear este tema antes de que se discuta en un marco inadecuado. La necesidad de una institución que supere a Aena es un punto que se ha incluido en el acuerdo de investidura, lo que demuestra la intención de ERC de tomar la iniciativa en cuestiones que afectan directamente a la infraestructura del país.
La ambición nacional que ha mencionado Alamany se traduce en la necesidad de recuperar la centralidad del independentismo y de actualizar la hoja de ruta de ERC en el contexto actual. La independencia no es solo un objetivo político, sino que también implica la capacidad de gestionar y gobernar las infraestructuras que son vitales para el desarrollo económico y social de Catalunya. En este sentido, la secretaria general ha dejado claro que la independencia está intrínsecamente ligada a la gestión efectiva de los recursos y las infraestructuras del país.
La nueva dirección de ERC, bajo el liderazgo de Alamany, se enfrenta a desafíos significativos, pero también tiene la oportunidad de redefinir su papel en la política catalana y avanzar en su agenda de soberanía y autogobierno. La capacidad de negociar con otros partidos y de movilizar a la sociedad civil será clave para lograr los objetivos planteados y para garantizar que Catalunya tenga un futuro próspero y autónomo.