La relación entre Donald Trump y Elon Musk ha sido un viaje tumultuoso, lleno de altibajos y giros inesperados. Desde su primer encuentro en 2016 hasta su reciente ruptura, esta conexión ha capturado la atención del público y ha generado un sinfín de especulaciones sobre el futuro de ambos personajes en el escenario político y empresarial. A continuación, se exploran los momentos clave que definieron esta relación, que comenzó con promesas de colaboración y terminó en un cruce de acusaciones en redes sociales.
**Primeros Encuentros y Cambios de Opinión**
La historia de la relación entre Trump y Musk se remonta a noviembre de 2016, cuando Musk, en una entrevista, expresó su desdén por el entonces candidato presidencial Donald Trump. En ese momento, Musk afirmó que Trump «no era la persona adecuada» para liderar el país, sugiriendo que sus valores no representaban a Estados Unidos. Sin embargo, tras la victoria de Trump en las elecciones, Musk cambió de rumbo y aceptó formar parte de dos consejos asesores del presidente, argumentando que su participación le permitiría influir en políticas cruciales, especialmente en temas ambientales.
Este cambio de postura no fue bien recibido por todos. En junio de 2017, tras la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, Musk renunció a sus cargos en los consejos asesores, reafirmando su compromiso con la lucha contra el cambio climático. Este fue el primer indicio de que la relación entre ambos no sería sencilla, marcada por diferencias ideológicas y estratégicas.
**Alabanzas y Críticas**
A pesar de la ruptura inicial, la relación entre Trump y Musk continuó evolucionando. En enero de 2020, Trump elogió a Musk, describiéndolo como «uno de los mayores genios» del país. Esta alabanza se produjo en un contexto en el que Musk estaba enfrentando desafíos en su negocio de Tesla, especialmente en relación con las regulaciones estatales durante la pandemia. Sin embargo, la relación se tornó tensa nuevamente en julio de 2022, cuando Musk sugirió que Trump debería retirarse de la política, lo que provocó una respuesta furiosa del expresidente, quien atacó a Musk en redes sociales.
A pesar de estos altibajos, el vínculo entre ambos parecía resurgir en noviembre de 2022, cuando Musk anunció que restablecería la cuenta de Trump en Twitter, tras la suspensión impuesta después de los disturbios en el Capitolio. Esta decisión fue recibida con entusiasmo por parte de muchos seguidores de Trump, quienes vieron en Musk un aliado estratégico en la lucha por la libertad de expresión en las redes sociales.
**Un Apoyo Inesperado y la Caída**
Con el inicio de la campaña presidencial de 2024, Musk intentó mantener una postura neutral, pero un intento de atentado contra Trump cambió su enfoque. Musk expresó su apoyo total al expresidente, convirtiéndose en uno de sus principales donantes y un defensor activo en la campaña. Su participación se intensificó, y Musk fue visto en múltiples eventos de campaña, donde incluso se le agradeció públicamente por su apoyo.
Sin embargo, la relación se volvió insostenible en mayo de 2025, cuando Musk anunció su salida de la Casa Blanca tras un conflicto con la nueva ley fiscal de Trump, que consideraba perjudicial. Esta decisión marcó un punto de inflexión, ya que Musk había estado desempeñando un papel clave en la administración, liderando el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. A pesar de los elogios de Trump al despedirlo, la tensión entre ambos se intensificó rápidamente.
**La Ruptura Final**
En junio de 2025, la relación entre Trump y Musk llegó a su punto más crítico. Musk criticó abiertamente la ley fiscal, calificándola de «abominación repugnante», lo que provocó una respuesta inmediata de Trump, quien insinuó que Musk estaba al tanto de la reforma y no había expresado sus preocupaciones antes. Este intercambio de acusaciones escaló rápidamente en las redes sociales, culminando en una serie de ataques personales que dejaron en claro que la relación estaba más allá de la reparación.
La ruptura se selló con una acusación explosiva de Musk, quien insinuó que Trump estaba involucrado en un escándalo relacionado con Jeffrey Epstein. Este comentario no solo intensificó la disputa, sino que también dejó a muchos preguntándose sobre las verdaderas razones detrás de la caída de esta relación que había comenzado con tanto potencial.
La historia de Trump y Musk es un recordatorio de cómo las alianzas en el mundo político y empresarial pueden ser volátiles y, a menudo, están sujetas a cambios drásticos. Desde la admiración mutua hasta la confrontación abierta, su relación ha sido un reflejo de las tensiones en la política estadounidense contemporánea y de cómo las personalidades influyentes pueden influir en el panorama político.