La historia de Vicki Lynn Hollar es una de las muchas que se entrelazan con la oscura trayectoria del infame asesino en serie Ted Bundy. Hollar, una joven de 24 años, desapareció en 1973 en Eugene, Oregón, y su caso ha permanecido sin resolver durante más de cinco décadas. A medida que se desentrañan los detalles de su vida y su misteriosa desaparición, surgen preguntas inquietantes sobre su posible conexión con uno de los criminales más notorios de la historia de Estados Unidos.
### La Vida de Vicki Lynn Hollar
Nacida el 8 de marzo de 1949 en Flossmoor, Illinois, Vicki Lynn Hollar era una mujer con un futuro prometedor. Se graduó de la Universidad del Sur de Illinois en 1972 y se trasladó a Eugene, Oregón, donde comenzó a trabajar como costurera en la tienda departamental Bon Marche. Sus amigos la describieron como una persona extrovertida y simpática, con un fuerte deseo de ayudar a los demás. Sin embargo, su vida dio un giro trágico el 20 de agosto de 1973, cuando desapareció sin dejar rastro.
La noche de su desaparición, Vicki salió de su trabajo a las 17 horas y fue vista por última vez caminando hacia su Volkswagen escarabajo negro, estacionado en un área tranquila. Tenía planes de reunirse con una amiga más tarde esa noche, pero nunca llegó. La preocupación creció rápidamente cuando su amiga, tras esperar sin noticias, decidió ir sola a la fiesta y dejarle una nota. Al día siguiente, la familia de Vicki, alarmada por su ausencia, denunció su desaparición a la policía.
Los investigadores pronto se dieron cuenta de que la desaparición de Vicki no era un caso aislado. En el mismo año, otra joven, Rita Jolly, de 17 años, también había desaparecido en West Linn, Oregón. Esto llevó a las autoridades a considerar la posibilidad de que un patrón estuviera surgiendo en la región, lo que aumentó la urgencia de la investigación. Los padres de Vicki viajaron desde Illinois para ayudar en la búsqueda, afirmando que su hija había dejado todas sus pertenencias en su apartamento y que no tenía motivos para huir.
### La Conexión con Ted Bundy
Ted Bundy, conocido por su carisma y su capacidad para manipular a sus víctimas, se convirtió en el principal sospechoso en varios casos de desapariciones de mujeres jóvenes en la década de 1970. Su modus operandi incluía hacerse pasar por una persona discapacitada o herida para atraer a sus víctimas, que generalmente eran mujeres jóvenes, blancas y universitarias. Vicki encajaba perfectamente en este perfil, lo que llevó a los investigadores a preguntarse si podría haber sido una de sus primeras víctimas.
En el momento de la desaparición de Vicki, Bundy estaba en un período de transición laboral. Había trabajado en la Planificación de Programas del Condado de King y, aunque estaba en una relación con Liz Kloepfer, su vida estaba marcada por la inestabilidad. Se documenta que poseía un Volkswagen Bug, el mismo tipo de automóvil que se cree que utilizó para capturar a muchas de sus víctimas. Sin embargo, el coche de Vicki nunca fue encontrado, lo que añade un aire de misterio a su desaparición.
A pesar de que Bundy fue condenado por 36 asesinatos, se sospecha que el número real de sus víctimas podría ser mucho mayor. En su última entrevista antes de ser ejecutado, Bundy confesó haber comenzado su ola de asesinatos en 1972, pero nunca proporcionó detalles sobre las identidades de sus víctimas. Esto deja a Vicki Hollar y a otras jóvenes desaparecidas en un limbo de incertidumbre, sin respuestas definitivas sobre su destino.
Los detectives de Oregón intentaron interrogar a Bundy sobre la desaparición de Vicki antes de su ejecución en 1989, pero no tuvieron éxito. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y de la familia de Vicki, su caso sigue sin resolverse, y ella continúa siendo clasificada como persona desaparecida. La conexión entre su desaparición y la actividad criminal de Bundy sigue siendo objeto de especulación y análisis, lo que mantiene viva la memoria de Vicki y la búsqueda de justicia para ella y otras víctimas de la violencia.
La historia de Vicki Lynn Hollar es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan las mujeres jóvenes y de la necesidad de seguir investigando casos de desapariciones no resueltas. A medida que se revisan los archivos y se busca nueva evidencia, la esperanza de que algún día se descubra la verdad sobre su desaparición persiste, manteniendo viva la memoria de una vida truncada demasiado pronto.