El fútbol es un deporte que no solo se juega en el campo, sino que también se vive con una intensidad emocional que puede ser difícil de describir. Para muchos jugadores, enfrentarse a su equipo de toda la vida puede ser un momento agridulce, lleno de nostalgia y emoción. Este es el caso de Francisco Javier Gómez Hidalgo, conocido como Son, quien se prepara para un partido muy especial en la Europa League, donde se medirá contra el Real Betis, el club que ha llevado en su corazón desde la infancia.
### La Historia de un Bético de Cuna
Son, un lateral derecho de 31 años, ha vivido su vida rodeado de la cultura verdiblanca. Desde pequeño, ha sido un ferviente seguidor del Betis, asistiendo al estadio Benito Villamarín y soñando con representar al club en el más alto nivel. Su historia comienza en el barrio sevillano de La Barzola, donde jugaba al fútbol con amigos y desarrollaba su pasión por el deporte. A lo largo de su carrera, ha tenido la oportunidad de jugar en varios clubes, pero siempre ha mantenido su lealtad al Betis.
«Soy socio número 9.000 del Betis y he ido al Benito Villamarín desde que tengo uso de razón. No soy un número más bajo porque cuando estuve en la cantera, en benjamines y alevines, no fui abonado. Es un partido súper especial para mí», explica Son, quien ahora juega para el Ludogorets búlgaro. La emoción de enfrentarse a su equipo de toda la vida es palpable en sus palabras, y su ilusión por el encuentro es evidente.
El destino ha querido que Son se enfrente al Betis en un escenario europeo, algo que él mismo había anticipado. «Cuando nos clasificamos y había una mínima posibilidad de que ocurriese, le decía a mi familia y amigos que tenía el presentimiento de que nos iba a tocar jugar contra el Betis. El sorteo fue una alegría inmensa y todo el mundo me llamó», recuerda con una sonrisa.
### La Relación con el Betis y sus Compañeros
La conexión de Son con el Betis no solo se limita a su historia personal, sino que también se extiende a sus relaciones con los directivos y jugadores del club. Manu Fajardo, director deportivo del Betis, es un buen amigo de Son, y ambos han compartido momentos significativos en sus respectivas carreras. «Manu es muy buen amigo mío, me firmó en su momento para el Levante y me dio la oportunidad de jugar en Primera», comenta Son, quien también revela que han tenido conversaciones divertidas sobre el próximo partido.
«Ha habido mucho cachondeo cuando he hablado con él. De hecho, me pidió en broma que me metiera un gol en propia y yo le dije que se dejara de tonterías… que, aunque soy bético, ahora me debo al Ludogorets. Una vez que termine el partido, que lo ganen absolutamente todo», añade con un tono de humor.
La familia de Son también está emocionada por el partido, aunque la situación es un poco complicada. «Cuando les pregunto quién quiere que gane, se quedan callados. Me dicen que eche una mano al Betis, pero saben de sobra que mi profesionalidad es lo primero», explica. Esta dualidad de emociones es algo que muchos jugadores enfrentan cuando se encuentran en situaciones similares, y Son no es la excepción.
### Preparación para el Desafío
A medida que se acerca el día del partido, Son se siente preparado y motivado. Aunque su equipo no ha tenido el mejor inicio en la liga búlgara, la victoria reciente contra el Malmoe ha dado un impulso a la moral del equipo. «Lo afrontamos con muchas ganas. Lógicamente el Betis es favorito, tiene grandes jugadores, pero nosotros daremos todo y trataremos de defender bien, muy juntos, y aprovechar las salidas a la contra», explica Son, quien es consciente de la calidad del rival que tiene enfrente.
El lateral derecho también se muestra consciente de los desafíos que enfrentará en el campo. «Será difícil parar a cualquiera, porque todos son buenos jugadores. En nuestro vestuario se habla sobre todo de Antony, porque hay varios brasileños y me preguntan por él», señala, refiriéndose a uno de los jugadores más destacados del Betis. La preparación para el partido no solo implica aspectos tácticos, sino también una mentalidad fuerte y la capacidad de adaptarse a las circunstancias del juego.
Son ha tenido la oportunidad de jugar contra el Betis en el pasado, pero este encuentro tiene un significado especial, ya que es la primera vez que se enfrenta a ellos en una competición europea. «Mi debut contra el Betis fue en el Benito Villamarín, pero había COVID y las gradas estaban vacías. Un año después me quité la espinita y ahora ya me puedo morir tranquilo por poder enfrentarme a mi equipo en competición europea», reflexiona.
### Un Encuentro de Emociones y Rivalidad
El partido entre el Ludogorets y el Real Betis no solo será un enfrentamiento deportivo, sino también un choque de emociones para Son. La pasión que siente por el Betis es innegable, pero su compromiso con el Ludogorets es igualmente fuerte. Este tipo de situaciones son comunes en el mundo del fútbol, donde los jugadores deben equilibrar su amor por un club con su deber profesional hacia otro.
El encuentro promete ser emocionante, no solo por la rivalidad en el campo, sino también por la historia personal de Son. La afición del Betis, que no podrá viajar debido a sanciones, estará presente en espíritu, y Son se siente honrado de representar a su equipo en un escenario tan importante. La historia de Son es un recordatorio de que el fútbol es más que un juego; es una pasión que une a las personas, independientemente de los colores que lleven en la camiseta.
A medida que se acerca el día del partido, la expectativa crece, y Son está listo para dar lo mejor de sí en el campo. Con su corazón dividido entre dos equipos, el desafío será grande, pero la emoción de jugar contra su amado Betis es un regalo que atesorará para siempre.