En la madrugada del 26 de septiembre de 2025, el buque de acción marítima (BAM) Furor partió del puerto de Cartagena, Murcia, con el objetivo de brindar apoyo a la Global Sumud Flotilla, que transporta ayuda humanitaria a la franja de Gaza. Esta acción se produce tras los recientes ataques sufridos por varios de los componentes de la flotilla, lo que ha generado una creciente preocupación internacional sobre la situación en la región. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, había anunciado previamente en Nueva York que el patrullero oceánico estaría listo para zarpar, equipado con todos los medios necesarios para asistir a la flotilla si fuera necesario.
Los preparativos para la salida del Furor comenzaron el miércoles, con labores de alistamiento y aprovisionamiento en el muelle de La Curra. Desde primeras horas del jueves, la grúa del barco estuvo en funcionamiento, cargando numerosas cajas con suministros, alimentos y bebidas, así como combustible, para garantizar que el buque estuviera completamente preparado para su misión. Durante el proceso, se implementaron medidas de seguridad, como el despliegue de barreras antifuga, que fueron retiradas una vez finalizada la carga.
A medida que se acercaba la hora de zarpar, el ambiente en el muelle se tornó emotivo. Familias de la tripulación se acercaron para despedirse, mientras que un helicóptero de la Armada sobrevolaba la zona, añadiendo un toque de solemnidad a la ocasión. La tripulación, compuesta por marinos altamente cualificados, recibió palabras de aliento y motivación de un alto cargo de la Armada, quien les recordó la importancia de su misión y la necesidad de actuar con seguridad y profesionalismo.
La salida del Furor se produjo a las 00:29 horas, marcando el inicio de una misión que no solo tiene implicaciones humanitarias, sino también políticas. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dejado claro que España responderá a cualquier acto que viole la libertad de movimiento de la Flotilla Sumud, así como su derecho a la libertad de expresión y al cumplimiento del derecho internacional.
**La Flotilla Global Sumud y su misión humanitaria**
La Global Sumud Flotilla está compuesta por 51 barcos que transportan alrededor de 500 activistas de diferentes nacionalidades, quienes zarparon desde costas de España, Túnez, Italia y Grecia. Su objetivo es llevar ayuda humanitaria a la franja de Gaza, una región que ha estado bajo un bloqueo severo y que enfrenta una crisis humanitaria aguda. La flotilla busca no solo entregar suministros esenciales, sino también llamar la atención internacional sobre la situación en Gaza y presionar por un cambio en las políticas que afectan a la población civil.
A pesar de las intenciones humanitarias de la flotilla, la situación en la región es tensa. Israel ha manifestado que no considera problemático el envío de un buque español para acompañar a la flotilla, pero ha dejado claro que no permitirá que ningún barco entre en Gaza, que es considerada una zona de combate activa. Esta postura ha generado preocupaciones sobre la seguridad de los activistas a bordo y la posibilidad de un enfrentamiento en el mar.
Italia, por su parte, ha decidido enviar dos barcos militares para proteger a sus ciudadanos que participan en la flotilla, así como una fragata para posibles operaciones de rescate. Esta decisión refleja la creciente preocupación de los gobiernos europeos sobre la seguridad de sus nacionales y la necesidad de garantizar que la misión humanitaria se lleve a cabo sin incidentes.
**Implicaciones políticas y humanitarias**
La misión del BAM Furor y la Global Sumud Flotilla no solo se enmarca en un contexto humanitario, sino que también tiene profundas implicaciones políticas. La respuesta de España y otros países europeos ante la situación en Gaza refleja un cambio en la percepción internacional sobre el conflicto y la necesidad de abordar las crisis humanitarias de manera más efectiva. La comunidad internacional está observando de cerca cómo se desarrollará esta misión y qué repercusiones tendrá en las relaciones diplomáticas en la región.
El compromiso de España de proteger la libertad de movimiento de la flotilla y su derecho a llevar ayuda humanitaria es un paso significativo en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. A medida que el Furor navega hacia Gaza, la atención del mundo estará centrada en su misión y en el impacto que tendrá en la vida de miles de personas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir en condiciones adversas. La situación en Gaza sigue siendo crítica, y la llegada de la flotilla podría ser un rayo de esperanza para muchos que enfrentan la adversidad día tras día.