La reciente crisis del apagón energético que afectó a toda la Península Ibérica ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del gobierno español y ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad de los actores involucrados en el sistema eléctrico. A diferencia de otras crisis que han marcado la agenda política en los últimos años, como la pandemia de COVID-19 o la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania, este apagón tiene un origen que parece estar más relacionado con fallos internos del sistema que con factores externos. La falta de claridad sobre las causas del apagón ha llevado a la necesidad de una investigación exhaustiva para determinar qué salió mal y quiénes son los responsables.
En la Moncloa, se reconoce que el apagón ha tenido un alto coste en términos de reputación y que es crucial ofrecer respuestas claras a los ciudadanos. La comparecencia del presidente Pedro Sánchez ante los medios de comunicación dejó entrever la urgencia de identificar a los responsables, aunque también evidenció la dificultad de hacerlo sin contar con todos los datos necesarios. La situación se complica aún más por la participación de Red Eléctrica de España (REE), una empresa con un 20% de participación pública y que tiene la responsabilidad última de garantizar la seguridad del sistema eléctrico. La presidenta de REE, Beatriz Corredor, es una figura cercana al PSOE, lo que añade una capa de complejidad a la situación.
### La Responsabilidad de los Actores del Sistema Eléctrico
La investigación sobre el apagón no solo debe centrarse en las compañías eléctricas privadas, sino también en el papel que ha jugado REE en la gestión de la crisis. La falta de preparación o inversión en la red eléctrica podría haber contribuido a la magnitud del apagón. En este sentido, el gobierno tiene la responsabilidad de asumir su parte en la crisis, independientemente de si el fallo inicial se debió a una planta privada o a un error técnico en la red.
La respuesta del gobierno ha sido rápida en términos de recuperación, pero la credibilidad de Sánchez está en juego. La percepción pública sobre la gestión de la crisis puede influir en la estabilidad política del gobierno, especialmente en un contexto donde la oposición, liderada por el Partido Popular (PP), está atenta a cualquier debilidad. Sin embargo, el PP también ha mostrado una actitud ambivalente, ya que las comunidades autónomas gobernadas por este partido han optado por entregar el mando de la emergencia al gobierno central, quizás en un intento de evitar una mayor crisis en las calles.
La situación se complica aún más con el debate sobre la energía nuclear y la transición hacia fuentes de energía renovables. La creciente dependencia de las energías renovables ha suscitado preocupaciones sobre la estabilidad del sistema eléctrico, especialmente en momentos de alta demanda. Los expertos advierten que la falta de “inercia” en el sistema, que se puede lograr a través de baterías o energía hidráulica, podría haber sido un factor determinante en la crisis del apagón. Este debate se intensifica en un contexto donde el gobierno ha proyectado el cierre de las plantas nucleares para 2035, lo que ha llevado a la oposición a utilizar este tema como un arma política.
### La Influencia de la Inteligencia Artificial en la Energía
Un aspecto que ha pasado desapercibido en el debate sobre el apagón es la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) y su impacto en la demanda energética. Algunas comunidades han acogido con entusiasmo la apertura de centros de datos de grandes multinacionales tecnológicas, sin considerar adecuadamente la enorme cantidad de energía que requieren estas instalaciones. Este fenómeno podría agravar aún más la presión sobre el sistema eléctrico, especialmente si no se toman medidas adecuadas para garantizar la estabilidad y la sostenibilidad del suministro energético.
El gobierno se enfrenta a un dilema: por un lado, debe fomentar la inversión en tecnologías emergentes como la IA, que pueden impulsar la economía, y por otro, debe asegurarse de que la infraestructura energética sea capaz de soportar la creciente demanda. En este sentido, los partidos políticos deben aportar propuestas concretas en el debate que se llevará a cabo en el Congreso, donde se espera que se aborden estos temas críticos.
La crisis del apagón energético no solo es un desafío para el gobierno español, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del sistema energético del país. La necesidad de una transición hacia fuentes de energía más sostenibles y la gestión adecuada de la demanda energética son cuestiones que deben abordarse con urgencia. A medida que el debate avanza, será crucial que los responsables políticos actúen con transparencia y responsabilidad para restaurar la confianza pública y garantizar la seguridad energética del país.