La creciente ola de populismo de derecha en el mundo ha generado un clima de incertidumbre y polarización política. Sin embargo, dentro de este contexto, surgen grietas en la armadura de los ultranacionalistas que podrían ser aprovechadas por la izquierda. La relación entre Estados Unidos y los movimientos de derecha en América Latina, en particular, ofrece un campo fértil para la crítica y la movilización. La reciente postura de Donald Trump hacia Brasil, marcada por la imposición de aranceles y la injerencia en el sistema judicial brasileño, ha abierto una ventana de oportunidad para que la izquierda latinoamericana se reconfigure y tome la delantera en la defensa de la soberanía nacional.
La situación en Brasil es un claro ejemplo de cómo la injerencia estadounidense puede ser utilizada por la izquierda como un arma política. Lula da Silva, presidente de Brasil, ha encontrado en las amenazas de Trump una oportunidad para reafirmar la soberanía brasileña. Tras el anuncio de un arancel del 50% a las importaciones brasileñas y la retirada del visado a los jueces del Tribunal Supremo, Lula ha respondido con firmeza, afirmando que «un gringo no le da órdenes a Brasil». Esta postura ha resonado con una parte significativa de la población brasileña, que ve en la defensa de la soberanía una respuesta legítima a las agresiones externas.
La encuesta Pulso Brasil/Ipespe revela que el 50% de los brasileños aprueba la respuesta del gobierno de Lula ante las amenazas de Trump, mientras que la popularidad de Bolsonaro ha caído drásticamente. Este cambio en la percepción pública muestra que la defensa del pueblo soberano puede ser una estrategia efectiva para la izquierda en América Latina, donde el nacionalismo no se confunde con el chovinismo racista que caracteriza a otros contextos.
### La Izquierda Latinoamericana y su Respuesta al Neoimperialismo
La izquierda en América Latina ha demostrado una capacidad notable para adaptarse a las circunstancias cambiantes. En este sentido, la figura de Lula se destaca como un líder que ha sabido capitalizar el descontento popular frente a las injerencias externas. La defensa de la soberanía nacional se ha convertido en un eje central de su discurso, y su éxito en las encuestas sugiere que esta estrategia resuena con un electorado cansado de las intervenciones extranjeras.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, ha adoptado una postura más conciliadora con Trump, pero también ha defendido la soberanía del pueblo mexicano. Su popularidad ha crecido, alcanzando más del 80% en las encuestas, lo que indica que la defensa de la soberanía puede ser un camino viable para la izquierda en México. Andrés Manuel López Obrador, con su política de transformación del país, también ha enfatizado la importancia de la soberanía y la equidad, lo que ha fortalecido su posición en el panorama político.
La izquierda latinoamericana tiene una ventaja inherente al ser parte del sur global, donde el nacionalismo se asocia más con la lucha por la justicia social que con el racismo y la xenofobia. Esta diferencia puede ser clave para que la izquierda en Europa y otras regiones también adopte un enfoque similar. En un contexto de creciente desigualdad, donde muchas personas se sienten marginadas por las élites, el concepto de «pueblo» puede ser un poderoso motor de cambio social.
### La Oportunidad para la Izquierda Europea
En Europa, el ascenso de líderes populistas de derecha como Giorgia Meloni y Santiago Abascal ha generado un clima de tensión. Sin embargo, figuras de la izquierda como Jean-Luc Mélenchon han comenzado a reconocer la oportunidad que presenta esta situación. Mélenchon ha argumentado que el pueblo francés debe ser el agente de cambio en la lucha contra el capitalismo y la desigualdad. Su enfoque en un movimiento popular que trasciende las divisiones de clase y etnia puede ser un modelo a seguir para otros líderes de izquierda.
La estrategia de Mélenchon se basa en la idea de que el pueblo, en su conjunto, debe unirse para enfrentar las arbitrariedades del capitalismo. Este enfoque ha ganado tracción en un momento en que muchos europeos se sienten atrapados entre las políticas de austeridad y el aumento de la desigualdad. La defensa del pueblo como agente de cambio también implica una reconfiguración de la relación entre la izquierda y el proyecto europeo, que a menudo ha sido percibido como elitista y desconectado de las realidades de la vida cotidiana.
El nuevo partido Your Party, fundado por Jeremy Corbyn y Zara Sultana, busca atraer a votantes de la derecha populista al demostrar la vacuidad de su patriotismo. Este enfoque inclusivo, que no demoniza a los votantes de la derecha, sino que busca entender sus preocupaciones, podría ser una estrategia efectiva para la izquierda en el Reino Unido y más allá.
La reacción de la izquierda ante la figura de Trump y su influencia en la política global debe ser proactiva. En lugar de caer en el pesimismo y el pánico, es fundamental que la izquierda encuentre formas de unir a las personas en torno a un proyecto común que defienda la soberanía y la justicia social. La historia ha demostrado que en tiempos de crisis, el pueblo puede convertirse en un agente de cambio poderoso, y la izquierda tiene la responsabilidad de canalizar esa energía hacia un futuro más equitativo y justo.