La economía española ha mostrado un crecimiento notable del 0,7 % en el segundo trimestre de 2025, impulsada principalmente por un aumento en el consumo y la inversión. Este crecimiento, aunque moderado, refleja una tendencia positiva en comparación con el primer trimestre del año. Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda interna ha sido el motor principal de este crecimiento, aportando 0,9 puntos al Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, la demanda externa ha tenido un impacto negativo, restando 0,1 puntos, lo que indica que las exportaciones e importaciones han tenido un comportamiento menos favorable en este periodo.
El aumento en la inversión empresarial ha sido significativo, alcanzando un 2,1 % en el primer trimestre, aunque la inversión en vivienda y construcción ha mostrado una desaceleración, pasando de un crecimiento del 2,4 % a un 1,6 %. Por otro lado, el consumo de las familias ha crecido un 0,8 %, lo que es un indicativo de la confianza de los consumidores en la economía. Sin embargo, el gasto final de las administraciones públicas ha disminuido un 0,1 %, aunque esta cifra es mejor que la del trimestre anterior, lo que sugiere una ligera mejora en la gestión pública.
### Sectores en Crecimiento y Desaceleración
El sector de la construcción ha sido el que más ha crecido en este periodo, con un aumento del 1,5 %. Este crecimiento es alentador, especialmente en un contexto donde otros sectores han mostrado signos de desaceleración. Los servicios también han tenido un buen desempeño, creciendo un 1,2 %, mientras que la industria ha aumentado un 0,8 %. Dentro de la industria, el sector manufacturero ha registrado un crecimiento del 1,1 %, lo que es un signo positivo para la producción nacional.
Sin embargo, no todos los sectores han tenido un desempeño favorable. La agricultura, ganadería, silvicultura y pesca han experimentado una caída drástica, con una disminución de casi 18 puntos porcentuales. Este sector había crecido un 8,3 % en el primer trimestre, pero en el segundo trimestre ha caído un 9,5 %. Esta caída es preocupante, ya que la agricultura es un pilar fundamental de la economía española, y su desplome podría tener repercusiones en la seguridad alimentaria y en el empleo rural.
Dentro de los servicios, los sectores que han mostrado el mayor crecimiento son el comercio, transporte y hostelería, así como la información y comunicaciones, ambos con un crecimiento del 2,6 %. Las actividades profesionales, científicas y técnicas también han tenido un buen desempeño, creciendo un 2,3 %. Sin embargo, las actividades inmobiliarias han disminuido un 0,7 %, y las de administración pública, educación y sanidad han caído un 0,6 %. Esto sugiere que, aunque hay sectores en crecimiento, también existen áreas que requieren atención y posibles reformas.
### Indicadores Laborales y Productividad
El empleo en la economía ha mostrado signos de crecimiento, medido en horas trabajadas, que ha aumentado un 0,3 % trimestral. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo han crecido un 0,8 %, lo que es un indicativo de una mejora en el mercado laboral. En términos interanuales, las horas trabajadas han crecido un 1,3 %, aunque esta cifra es seis décimas menor que en el trimestre anterior. Por otro lado, los puestos equivalentes a tiempo completo han aumentado un 3,5 %, lo que es un signo positivo para la creación de empleo.
La productividad por hora trabajada también ha mostrado un crecimiento del 0,5 %. Sin embargo, es importante destacar que la remuneración de los asalariados ha aumentado un 1,9 %, lo que podría indicar una presión inflacionaria en el mercado laboral. En contraste, el excedente de explotación bruto, que se asimila al margen empresarial, ha crecido solo un 0,1 %. Esto sugiere que, aunque los salarios están aumentando, las empresas podrían estar enfrentando márgenes de ganancia más ajustados.
Los impuestos netos sobre la producción y las importaciones han subido un 3 %, lo que podría ser un indicativo de un aumento en la actividad económica y en la recaudación fiscal. Sin embargo, es fundamental que este crecimiento se mantenga en un contexto de estabilidad y sin desequilibrios macroeconómicos, como ha señalado el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
En resumen, el crecimiento del PIB en España durante el segundo trimestre de 2025 refleja una economía en recuperación, aunque con desafíos significativos en ciertos sectores. La inversión y el consumo son claves para mantener esta tendencia positiva, pero es crucial abordar las áreas que están mostrando signos de debilidad, como la agricultura y ciertos servicios, para asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.