En el ámbito de la Seguridad Social, el término «cotizaciones ficticias» ha cobrado relevancia, especialmente en el contexto de las pensiones de las mujeres trabajadoras. Este concepto, aunque puede parecer confuso al principio, se refiere a un mecanismo que permite sumar días de cotización a aquellas mujeres que han interrumpido su carrera laboral para dedicarse al cuidado de sus hijos. Esta medida busca compensar la desigualdad que enfrentan las mujeres en el mercado laboral, donde muchas veces deben dejar de trabajar para atender a sus familias.
Las cotizaciones ficticias están reguladas en el artículo 235 de la Ley General de la Seguridad Social y han sido objeto de diversas interpretaciones y sentencias por parte de los tribunales, incluyendo el Tribunal Supremo. A continuación, se detallan los dos tipos principales de cotizaciones ficticias que benefician a las madres trabajadoras.
### Cotizaciones Ficticias por Parto
Las mujeres que han dado a luz pueden beneficiarse de cotizaciones ficticias por cada parto. En concreto, se les permite sumar hasta 112 días de cotización por cada hijo nacido. Por ejemplo, si una mujer tuvo dos hijos y no estaba trabajando en el momento del parto, podría sumar un total de 224 días a su historial de cotización. En el caso de partos múltiples, se añaden 14 días adicionales por cada hijo a partir del segundo. Sin embargo, es importante destacar que este beneficio solo se aplica si la mujer no ha estado cotizando a la Seguridad Social durante las 16 semanas posteriores al parto.
Este tipo de cotización es fundamental para aquellas mujeres que, debido a su dedicación al cuidado de sus hijos, han visto interrumpida su trayectoria laboral. Al sumar estos días, se les facilita el acceso a una pensión más justa y acorde a sus necesidades, especialmente en un contexto donde la brecha de género en las pensiones sigue siendo un tema de preocupación.
### Cotizaciones Ficticias por Cuidado de Hijos
El segundo tipo de cotización ficticia se refiere al cuidado de hijos o menores de edad. Las mujeres que han dejado de trabajar para cuidar a un hijo pueden sumar hasta 270 días de cotización por cada hijo, siempre que se demuestre que han interrumpido su trabajo. Este derecho se extiende a situaciones de adopción y acogimiento, permitiendo que las madres o padres que asumen estas responsabilidades también puedan beneficiarse de este mecanismo.
Para que se reconozcan estos días de cotización, es necesario que el trabajador haya extinguido su contrato de trabajo dentro de los 9 meses anteriores al nacimiento del hijo o en los 6 años posteriores. Esto significa que, si una madre ha dejado de trabajar para cuidar a su hijo, puede sumar un total de 270 días a su historial de cotización, lo que puede ser crucial para su futura jubilación.
Es relevante mencionar que este derecho solo se reconoce a uno de los progenitores. En caso de no existir un acuerdo entre ambos, se le concede automáticamente a la madre. Además, el Tribunal Supremo ha establecido que las mujeres que trabajan a tiempo parcial también pueden beneficiarse de estas cotizaciones, contabilizándose como si hubieran trabajado a tiempo completo durante esos periodos.
### Impacto en la Jubilación de las Mujeres
Las cotizaciones ficticias pueden tener un impacto significativo en la jubilación de las mujeres trabajadoras. En un contexto donde la edad de jubilación se ha ido incrementando, estas cotizaciones permiten que muchas mujeres que han tenido lagunas en su historial laboral puedan acceder a la jubilación anticipada. Desde el 1 de enero de 2025, la edad de jubilación ordinaria se establece en 66 años y 8 meses para quienes no alcancen al menos 38 años y 3 meses de cotización. Sin embargo, aquellas que sí logren este mínimo podrán jubilarse a los 65 años.
Este cambio en la normativa es crucial, ya que muchas mujeres enfrentan dificultades para alcanzar los años de cotización requeridos debido a las interrupciones en su carrera laboral por el cuidado de sus hijos. Las cotizaciones ficticias, por lo tanto, no solo representan un apoyo económico, sino que también son una herramienta para promover la igualdad de género en el ámbito de las pensiones.
En resumen, las cotizaciones ficticias son un mecanismo que busca reconocer y compensar el trabajo no remunerado que muchas mujeres realizan al cuidar de sus hijos. A través de este sistema, se les brinda la oportunidad de mejorar su situación económica en la jubilación, contribuyendo así a cerrar la brecha de género en las pensiones y a fomentar una mayor equidad en el mercado laboral.