El Gobierno de Bélgica ha tomado una decisión significativa al acordar un aumento de 3.900 millones de euros en su presupuesto de defensa para este año. Esta medida tiene como objetivo cumplir con el compromiso de la OTAN de destinar el 2% del PIB del país a la defensa, un objetivo que Bélgica había dejado de lado en los últimos años. El anuncio fue realizado por el ministro de Defensa, Theo Francken, quien destacó que esta es la mayor inversión en defensa en cuatro décadas.
La situación actual de seguridad en Europa, especialmente tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha llevado a muchos países a reevaluar sus políticas de defensa. Francken mencionó que Bélgica, que fue uno de los países fundadores de la OTAN, había caído en la categoría de «peor alumno de la clase» en términos de gasto militar. Con este nuevo acuerdo, el gobierno busca revertir esa tendencia y cumplir con las expectativas de la alianza militar.
Para financiar este aumento en el gasto, el gobierno belga ha planeado una serie de medidas. Una de ellas incluye un préstamo de 2.000 millones de euros, que se permitirá gracias a una cláusula europea que permite separar esta deuda del presupuesto nacional. Además, se espera que el banco estatal Belfius contribuya con 500 millones de euros. También se prevé que se generen más de 1.000 millones de euros en impuestos provenientes de activos rusos congelados, que se encuentran en la empresa belga Euroclear, como resultado de las sanciones impuestas a Rusia.
El nuevo acuerdo de defensa no solo implica un aumento en el gasto, sino que también incluye la creación de un Fondo Estratégico de Defensa. Este fondo, que será administrado por el ministro de Finanzas, Jan Jambon, se financiará con los dividendos de empresas públicas y se destinará a inversiones en la industria de defensa y seguridad belga. Se espera que este plan estratégico se presente antes del 1 de julio.
Además, el gobierno belga está trabajando en un protocolo que permitirá al ejército desempeñar un papel en la seguridad interior, especialmente en la protección de instalaciones nucleares sensibles. Esto se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la seguridad, dado el nivel de amenaza que enfrenta el país, que ha sido clasificado como 3 en una escala de 4.
Bélgica actualmente destina alrededor del 1,3% de su PIB a la defensa, lo que la coloca por detrás de muchos de sus aliados en la OTAN. En la próxima cumbre de la OTAN, que se llevará a cabo en junio en La Haya, se espera que los líderes de los países miembros discutan un nuevo objetivo de gasto militar, que podría situarse entre el 3% y el 3,5% del PIB. Este nuevo objetivo se plantea en un contexto en el que la OTAN busca fortalecer su capacidad de respuesta ante amenazas emergentes.
La decisión de Bélgica de aumentar su gasto en defensa refleja una tendencia más amplia entre los países europeos, que están reconsiderando sus políticas de seguridad en respuesta a la inestabilidad geopolítica. La invasión de Ucrania ha servido como un llamado de atención para muchos gobiernos, que ahora ven la necesidad de invertir más en sus capacidades militares y de defensa.
En resumen, el acuerdo del gobierno belga para aumentar el gasto en defensa es un paso significativo hacia el cumplimiento de los compromisos de la OTAN y una respuesta a las crecientes preocupaciones de seguridad en Europa. A medida que la situación geopolítica continúa evolucionando, es probable que otros países sigan el ejemplo de Bélgica y busquen fortalecer sus capacidades de defensa para enfrentar los desafíos del futuro.