El reciente informe de Facua-Consumidores en Acción ha revelado un preocupante aumento en los precios de ciertos alimentos básicos en los supermercados españoles. Este análisis, que abarca el periodo entre julio y agosto de 2025, destaca cómo las naranjas, las peras conferencia y las cebollas han experimentado incrementos significativos, a pesar de la rebaja del IVA que se implementó en años anteriores. La situación plantea interrogantes sobre la transparencia de los precios y la regulación del mercado alimentario en el país.
**Incremento de Precios en Frutas y Verduras**
Durante el último mes, las naranjas han visto un aumento de precio del 8,8 % en su malla de cuatro kilos. Este incremento es especialmente notable en la cadena de supermercados Lidl, donde el precio pasó de 5,15 euros en julio a 6,99 euros en agosto, lo que representa un asombroso 35,7 % de aumento. Este tipo de variaciones en los precios de productos tan básicos como las naranjas suscitan preocupaciones sobre la capacidad de los consumidores para acceder a alimentos frescos y saludables.
Las peras conferencia también han experimentado un encarecimiento, con un aumento medio del 4,3 %. En Alcampo, el precio de este producto ha subido un 16,7 %, pasando de 2,99 a 3,49 euros por kilo. Este tipo de aumentos no solo afecta el presupuesto familiar, sino que también puede influir en las decisiones de compra de los consumidores, quienes podrían optar por alternativas más económicas o incluso dejar de comprar ciertos productos.
Por otro lado, las cebollas han registrado un aumento del 3,0 % en su precio medio. La cadena Eroski ha sido la más afectada, con un incremento del 30,7 %, llevando el precio de 1,69 euros a 2,21 euros por kilo. Este tipo de fluctuaciones en los precios de productos esenciales puede tener un impacto significativo en la economía familiar, especialmente para aquellos que dependen de estos alimentos para su dieta diaria.
**Impacto de la Regulación del IVA en los Precios**
Desde el 1 de enero de 2025, varios alimentos básicos, que anteriormente tenían un IVA del 2 %, han visto un aumento a un 4 %. Esto incluye productos como aceites de oliva, leches, pan, huevos, queso, frutas, verduras, legumbres, tubérculos, cereales y harinas. Además, el IVA de las pastas alimenticias y los aceites de semillas ha subido del 7,5 % al 10 %. Este cambio en la política fiscal se implementó con la intención de aliviar la carga económica sobre los consumidores, pero los datos sugieren que los precios no han seguido la misma tendencia.
A pesar de las denuncias de Facua sobre el aumento de precios y márgenes de beneficio en las cadenas de supermercados, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 no ha tomado medidas significativas. Más de un año después de que se solicitara a las principales cadenas que justificaran sus aumentos de precios, no se ha anunciado la apertura de ningún expediente sancionador. Esto plantea serias dudas sobre la efectividad de la regulación del mercado y la protección del consumidor en España.
Además de las frutas y verduras, otros productos también han visto incrementos en sus precios. La leche entera ha aumentado un 2,9 % de media, con Carrefour reportando un aumento del 16,2 % en el brik de la marca President. Otros productos como las manzanas golden, los macarrones, los limones, los huevos, el aceite de girasol, el arroz redondo y las lentejas pardina también han experimentado aumentos, aunque en menor medida.
En contraste, algunos productos han mantenido sus precios estables, como las zanahorias y los champiñones laminados. Este fenómeno de estabilidad en ciertos productos puede ser un alivio para los consumidores, pero no es suficiente para contrarrestar el impacto de los aumentos en otros alimentos esenciales.
La situación actual en el mercado alimentario español es un reflejo de las tensiones entre la política fiscal, la regulación del mercado y la capacidad de los consumidores para acceder a productos básicos. A medida que los precios continúan aumentando, es fundamental que los consumidores estén informados sobre las tendencias del mercado y busquen alternativas que se ajusten a sus presupuestos. La transparencia en la fijación de precios y la regulación efectiva del mercado son esenciales para garantizar que los consumidores no sean explotados en un momento de creciente inflación.