Viajar solo se ha convertido en una tendencia en auge entre los jóvenes de la generación Z, quienes buscan experiencias auténticas y la oportunidad de autoexpresarse. Este fenómeno, conocido como ‘solo travel’, ha ganado popularidad en plataformas como TikTok e Instagram, donde los jóvenes comparten sus aventuras y buscan la validación social a través de ‘me gusta’ y comentarios. Según una encuesta de Booking realizada en 2025, más del 30% de los jóvenes entre 18 y 25 años planea realizar al menos un viaje en solitario al año.
La búsqueda de autenticidad y flexibilidad es un motor clave para esta tendencia. Ricard Santomà, profesor de Turismo en el IQS de la Universitat Ramon Llull, explica que los jóvenes ven el viaje en solitario como una forma de crecimiento personal y de vivir experiencias únicas. La posibilidad de elegir su propio destino y actividades les permite disfrutar de una independencia que valoran enormemente. Sin embargo, esta búsqueda de autenticidad también está ligada a la necesidad de compartir sus experiencias en redes sociales, donde la cantidad de ‘me gusta’ puede influir en su percepción de éxito.
### La Seguridad y la Sostenibilidad como Prioridades
Al elegir un destino, la generación Z prioriza la seguridad. Los jóvenes son reacios a viajar a lugares que enfrentan conflictos o inestabilidad. Además, la conciencia ambiental juega un papel crucial en sus decisiones. Buscan destinos que sean ecológicos y sostenibles, lo que refleja una preocupación por el impacto que sus viajes pueden tener en el planeta. Santomà señala que esta generación está cada vez más interesada en la autenticidad de los lugares que visitan, ya que esto también se traduce en una mayor interacción y reconocimiento en sus redes sociales.
Sin embargo, no todos los jóvenes de la generación Z tienen las mismas oportunidades para viajar. Jordi Busquet, profesor de Sociología en la Universidad Ramon Llull, menciona que la capacidad de viajar varía según el nivel socioeconómico. Para muchos jóvenes de clase media o alta, viajar es una prioridad, mientras que otros pueden no tener los recursos para hacerlo. Esta disparidad en las oportunidades de viaje resalta las diferencias dentro de la misma generación.
Los que deciden emprender un viaje en solitario suelen ser aquellos que han terminado sus estudios y han comenzado a trabajar. Muchos de ellos utilizan su primer sueldo para financiar su aventura. También hay quienes optan por viajar durante su año sabático, una práctica más común entre los jóvenes norteamericanos, donde a menudo los padres financian estos viajes. En cualquier caso, los viajeros solitarios tienden a tener un presupuesto ajustado, eligiendo hospedajes económicos como hostales y llevando solo lo esencial en su equipaje.
### Influencia de las Redes Sociales y Nuevas Oportunidades de Viaje
La influencia de las redes sociales en las decisiones de viaje de la generación Z es innegable. Según Javier Cabrerizo, Chief Strategy & Transformation Officer de HBX Group, entre el 80 y el 90% de los jóvenes utiliza plataformas como TikTok e Instagram para inspirarse en sus viajes. Esta tendencia ha llevado a que muchos jóvenes elijan destinos menos turísticos y más tranquilos, donde puedan desconectar y disfrutar de la experiencia sin las multitudes.
Además, el desarrollo de un sistema de transporte más accesible, como las aerolíneas de bajo costo, ha facilitado que los jóvenes puedan explorar el mundo con mayor facilidad. Programas como Interrail y Erasmus también ofrecen oportunidades únicas para que los jóvenes viajen y se conecten con diferentes culturas. Entre los destinos más populares para la generación Z se encuentran ciudades como Barcelona, Lisboa, Edimburgo y Ámsterdam en Europa, así como Bali y Bangkok en Asia, y México y Canadá en América del Norte.
La moda del ‘travel alone’ parece estar aquí para quedarse. Las agencias de viajes y los alojamientos están adaptando sus ofertas para satisfacer esta nueva demanda, ofreciendo habitaciones individuales, menús para una sola persona y actividades de socialización que fomentan la interacción entre viajeros solitarios. Este cambio en la industria del turismo refleja una comprensión más profunda de las necesidades y deseos de la generación Z, quienes buscan no solo viajar, sino también vivir experiencias que les enriquezcan y les permitan crecer como individuos.