La reciente decisión de la Fiscalía de solicitar la absolución de cuatro policías nacionales involucrados en el caso de Roger Español ha generado un intenso debate en la sociedad española. Este caso, que se remonta al referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017, ha puesto de manifiesto las tensiones entre la actuación policial y los derechos de los ciudadanos durante situaciones de protesta. En este artículo, exploraremos los detalles de la actuación policial y las implicaciones legales que rodean este caso.
### Contexto del Caso: El Referéndum del 1-O y la Actuación Policial
El 1 de octubre de 2017, Cataluña celebró un referéndum sobre la independencia que fue declarado ilegal por el Tribunal Constitucional de España. La intervención de las fuerzas de seguridad, incluyendo la Policía Nacional, fue necesaria para intentar detener la votación. Durante estas intervenciones, se produjeron enfrentamientos entre los votantes y las fuerzas del orden, lo que resultó en varios heridos, incluido Roger Español, quien perdió la visión en un ojo tras ser impactado por una pelota de goma disparada por un agente antidisturbios.
La Fiscalía ha argumentado que los policías actuaron en cumplimiento de su deber, enfrentándose a una multitud que mostraba resistencia y desobediencia. En su escrito, el Ministerio Público sostiene que los agentes no cometieron ningún delito, ya que su actuación estaba justificada por la necesidad de mantener el orden público y proteger su integridad física. Según la Fiscalía, la orden de no practicar detenciones fue emitida desde un nivel superior, lo que complicó aún más la situación en el terreno.
La actuación de los policías ha sido objeto de análisis, ya que se les acusa de haber utilizado una fuerza desproporcionada. Sin embargo, la Fiscalía defiende que, a pesar de las críticas, los agentes estaban en una situación de peligro y actuaron de acuerdo con las instrucciones recibidas. Este punto es crucial, ya que plantea preguntas sobre la responsabilidad de los mandos superiores en la cadena de mando y la legalidad de las órdenes impartidas.
### La Legalidad del Uso de Pelotas de Goma y la Prohibición del Parlament
Uno de los aspectos más controvertidos de este caso es el uso de pelotas de goma como medio antidisturbios. A pesar de que el Parlament de Cataluña prohibió su uso en 2013, la Fiscalía ha señalado que, en el contexto del 1-O, la Policía Nacional tenía la autorización para utilizarlas. Este hecho ha suscitado un debate sobre la legalidad de las acciones de los agentes y la responsabilidad de las autoridades en la regulación del uso de la fuerza.
El informe de la Fiscalía indica que, a pesar de la prohibición, los agentes estaban equipados con pelotas de goma y otros materiales antidisturbios, como botes de humo y lacrimógenos. Sin embargo, se destaca que, por instrucciones específicas, estos últimos no fueron utilizados durante la intervención en Barcelona. Esto plantea interrogantes sobre la coherencia de las políticas de seguridad y el entrenamiento recibido por los agentes en situaciones de crisis.
La decisión de disparar pelotas de goma se tomó después de que otras medidas, como la negociación y la mediación, no lograran dispersar a la multitud. La Fiscalía argumenta que el escopetero que disparó la pelota de goma lo hizo sin intención de causar daño, y que su campo de visión estaba limitado, lo que complicó aún más la evaluación de su actuación. Este argumento se utiliza para justificar la falta de responsabilidad penal de los agentes, ya que actuaron bajo la creencia de que estaban cumpliendo con una orden legítima.
El caso de Roger Español no solo es un ejemplo de las tensiones entre la policía y los manifestantes, sino que también pone de relieve la complejidad de la legislación sobre el uso de la fuerza en situaciones de protesta. La interpretación de la ley y la aplicación de las órdenes en el terreno son aspectos que deben ser cuidadosamente considerados para evitar abusos y garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos.
A medida que avanza este caso, la sociedad española sigue observando de cerca las decisiones judiciales y las implicaciones que estas tendrán en la relación entre las fuerzas de seguridad y la ciudadanía. La actuación policial durante el referéndum del 1-O sigue siendo un tema candente que refleja las divisiones políticas y sociales en el país, y que plantea preguntas sobre el futuro de la democracia y el respeto a los derechos humanos en España.