La reciente caída de Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, ha generado un clima de incertidumbre en la política española, especialmente en las relaciones entre el PSOE y Junts per Catalunya. Cerdán fue una figura clave en las negociaciones entre ambos partidos, facilitando acuerdos que fueron fundamentales para la investidura de Pedro Sánchez. Su implicación en un escándalo de presunto cobro de comisiones por adjudicaciones de obra pública ha llevado a Junts a replantear su estrategia y a buscar respuestas inmediatas del Gobierno.
La situación se complica aún más por la falta de claridad sobre quién asumirá el rol de Cerdán en las futuras negociaciones. Junts, que había encontrado en Cerdán un interlocutor confiable, ahora se enfrenta a un vacío que podría afectar la fluidez de las conversaciones. La decisión de Pedro Sánchez de no esperar a que se esclarezcan las acusaciones contra Cerdán ha sorprendido a muchos en Junts, quienes ven en esto una falta de apoyo a su socio de gobierno.
### La Reacción de Junts ante la Crisis
Ante la gravedad de la situación, Junts convocó de urgencia a su permanente para discutir los próximos pasos a seguir. En un comunicado, el partido expresó su deseo de tener una reunión directa con Pedro Sánchez para entender cómo se desarrollará la legislatura a partir de este punto. Aunque por el momento no han decidido retirar su apoyo al Gobierno, la presión está aumentando y las voces dentro de Junts sugieren que podrían endurecer su postura si no obtienen respuestas satisfactorias.
La incertidumbre también se extiende a otros actores políticos. Junts ha mantenido un diálogo con figuras como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Juan Francisco Serrano, excolaborador de Cerdán, en un intento por mantener abiertas las líneas de comunicación. Sin embargo, la desconfianza hacia ciertos miembros del Gobierno, como el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se ha intensificado. Junts ha manifestado que Bolaños tiene una mejor relación con ERC, lo que complica aún más las negociaciones.
La fragilidad del Gobierno de Sánchez se ha convertido en un tema central en las discusiones internas de Junts. A pesar de los riesgos que implica no dejar caer al Ejecutivo, algunos miembros del partido ven esta como una oportunidad para obtener concesiones que antes parecían inalcanzables. La situación actual podría permitir a Junts presionar por temas que han estado en la agenda, como la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la delegación de competencias en inmigración.
### Los Desafíos de la Legislatura
A medida que la legislatura avanza, Junts se enfrenta a varios desafíos que podrían definir su futuro político. Uno de los temas más críticos es la amnistía política, que ha sido un punto de fricción entre los partidos. Jordi Turull, líder de Junts, ha insistido en la necesidad de un encuentro entre Pedro Sánchez y el expresident Carles Puigdemont, sugiriendo que el reconocimiento de Puigdemont como un interlocutor válido podría ser clave para avanzar en las negociaciones.
Sin embargo, Junts se muestra cauteloso y no quiere ser visto como el “salvavidas” de Sánchez en este momento de crisis. La falta de resolución en la amnistía judicial también pesa sobre las decisiones del partido, que se encuentra en una encrucijada. La próxima reunión del consejo nacional de Junts, programada para este sábado, será crucial, ya que se espera que se emita una declaración pública que refleje la postura del partido tras los recientes acontecimientos.
La situación es volátil y las decisiones que se tomen en los próximos días podrían tener un impacto significativo en la estabilidad del Gobierno y en las relaciones entre los partidos. Junts, que ha estado buscando resultados concretos de sus negociaciones, ahora se encuentra en una posición donde cada movimiento debe ser cuidadosamente considerado. La presión para obtener resultados es alta, y la incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones con el PSOE añade una capa adicional de complejidad a la ya complicada dinámica política en España.