La economía cubana enfrenta una de sus peores crisis en décadas, y uno de los sectores más afectados es el de la producción de azúcar de caña. Este año, la cosecha ha alcanzado niveles alarmantes, marcando la peor producción en 125 años. La situación se ha visto agravada por la escasez de insumos esenciales, como fertilizantes y combustible, así como la falta de piezas de repuesto para las máquinas que procesan el azúcar. Este escenario no solo afecta la producción de azúcar, sino que también pone en riesgo la elaboración de ron, un producto emblemático de la isla.
La caída en la producción de azúcar es drástica. Según informes, el monopolio azucarero de Cuba, Azcuba, prevé una producción de tan solo 165.000 toneladas este año, un número que contrasta fuertemente con las 8 millones de toneladas que se producían en la década de 1980, cuando Cuba era un importante exportador mundial. Para encontrar cifras tan bajas, hay que retroceder hasta el siglo XIX. De los 133 molinos que existían en el momento de la revolución, solo quedan 14, y de estos, se estima que solo seis están operativos. Algunas fábricas han optado por abrir temporalmente para producir melaza, pero esto no resuelve el problema de fondo.
### La Escasez de Azúcar y sus Consecuencias
La disminución en la producción de azúcar ha tenido un efecto dominó en la industria del ron. La melaza y el alcohol, ingredientes fundamentales para la elaboración del ron, son cada vez más escasos. Como resultado, el precio del alcohol nacional, que se utiliza para la producción de ron, ha aumentado un 46%. Esta situación ha llevado al gobierno cubano a considerar la importación de azúcar para satisfacer las necesidades internas y de la industria farmacéutica, pero esto plantea un dilema. Importar azúcar no es una opción viable para los productores de ron, ya que la legislación cubana exige que el alcohol utilizado en la producción de ron provenga de azúcar de caña cultivada en la isla.
Las regulaciones son estrictas y establecen que todos los ingredientes deben ser de origen nacional. Un empresario extranjero que produce ron en Cuba, hablando de forma anónima, comentó que «las regulaciones establecen que todos los líquidos tienen que provenir de dentro del país». Esta normativa limita severamente la capacidad de los productores para adaptarse a la crisis actual. La producción de alcohol etanol al 96% a partir de azúcar, que es crucial para la destilación de ron de calidad, ha caído un 70%, lo que ha llevado a un aumento significativo en los precios de los productos finales.
### Marcas de Ron en Peligro
A pesar de la crisis, algunas marcas de ron han logrado mantenerse en el mercado. Empresas internacionales como Diageo, LVMH y Pernod Ricard han establecido acuerdos con el gobierno cubano, a menudo en estructuras legales complejas, para sortear las restricciones impuestas por el embargo comercial de Estados Unidos. Entre las marcas más reconocidas se encuentran Ron Santiago, Eminente y Havana Club, que han logrado posicionarse en el mercado internacional a pesar de las adversidades.
Además, ha surgido una nueva empresa, Island Rum Company, que ha lanzado la marca Black Tears, inspirada en la famosa canción cubana «Lágrimas Negras». Estos productos de alta gama están generando un resurgimiento del ron cubano en el mercado internacional, pero la crisis actual amenaza su producción. La falta de insumos y el aumento de precios podrían poner en riesgo la calidad y la disponibilidad de estos rones, afectando no solo a los productores locales, sino también a los consumidores internacionales que buscan la autenticidad del ron cubano.
La situación actual en Cuba es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria azucarera y, por ende, la producción de ron. La combinación de factores económicos, regulaciones estrictas y la falta de recursos está llevando a la industria a un punto crítico. La historia del ron cubano, que ha sido un símbolo de la cultura y la economía de la isla, se encuentra en una encrucijada, y el futuro de este producto emblemático dependerá de cómo se manejen estos desafíos en los próximos años.