En los últimos años, España ha visto un notable aumento en la inversión inmobiliaria por parte de capitales latinoamericanos, convirtiéndose en un destino atractivo para aquellos que buscan diversificar sus activos y establecerse en Europa. Este fenómeno ha transformado el mercado inmobiliario español, especialmente en ciudades como Madrid, que se ha ganado el apodo de ‘Miami europeo’ debido a la creciente presencia de inversores latinos.
La inversión inmobiliaria en España ha experimentado un crecimiento exponencial, con cifras que reflejan un cambio significativo en la dinámica del mercado. Según datos de CBRE, la participación de inversores latinoamericanos en el sector inmobiliario español se triplicó en el último año, alcanzando un 3,7% del total de las inversiones, lo que equivale a aproximadamente 523 millones de euros. Esta cifra es notablemente superior a las inversiones realizadas antes de la pandemia, lo que indica un interés renovado en el mercado español.
La llegada de inversores de países como México, Argentina, Colombia, Venezuela, Perú, Chile y otros ha sido impulsada por varios factores. La estabilidad económica de España, su pertenencia a la Unión Europea y la calidad de vida que ofrece son aspectos que atraen a estos compradores. Además, la afinidad cultural y lingüística facilita la integración de los nuevos residentes, quienes buscan no solo un lugar para vivir, sino también un entorno seguro y acogedor para sus familias.
La directora de operaciones de Engel & Völkers, Constanza Maya, destaca que muchos de estos inversores han pasado de ser turistas a convertirse en residentes permanentes, buscando propiedades en diversas regiones del país. Madrid, en particular, ha visto un aumento en la demanda de viviendas, especialmente en distritos como Salamanca y Chamberí, donde los mexicanos son los principales compradores. La Ley Mbappé, que ofrece deducciones fiscales a los extranjeros que se mudan a la capital, ha incrementado aún más el atractivo de la ciudad.
La cornisa cantábrica también ha emergido como un destino popular entre los inversores latinoamericanos. Regiones como Asturias y Cantabria están siendo valoradas por su calidad de vida, gastronomía y paisajes únicos que combinan mar y montaña. Este cambio en las preferencias de los compradores refleja una nueva tendencia en el mercado, donde la búsqueda de propiedades vacacionales se ha vuelto cada vez más común.
El auge de la inversión inmobiliaria no solo se limita a la compra de viviendas para residencia. Según datos recientes, el 70% de los compradores latinoamericanos adquieren propiedades con la intención de obtener rentabilidad, ya sea a través del alquiler o como una inversión a largo plazo. La alta demanda de viviendas en zonas cercanas a universidades y colegios de élite también ha impulsado este fenómeno, ya que muchos padres buscan asegurar un lugar para sus hijos que deseen estudiar en España.
La presencia de estudiantes latinoamericanos en instituciones educativas de prestigio ha crecido significativamente. En el IESE Business School, por ejemplo, el número de estudiantes provenientes de Latinoamérica en el programa de MBA ha aumentado un 39,1% en los últimos años. Este crecimiento es aún más notable entre los estudiantes mexicanos, brasileños y chilenos, lo que refleja una tendencia hacia la educación superior en el país.
La banca privada española ha respondido a esta creciente demanda creando equipos especializados para atender las necesidades de estos nuevos inversores. Fernando Ruiz, director de banca privada de BBVA, ha señalado que su entidad ha desarrollado una unidad internacional para captar la demanda de clientes de países como México y Colombia, que buscan diversificar su patrimonio. Esta estrategia se basa en la sólida presencia de la banca española en América Latina, lo que ha facilitado la conexión entre los inversores y el mercado inmobiliario español.
Sin embargo, a pesar del optimismo en el sector, también existen preocupaciones sobre la regulación y la fiscalidad que podrían afectar a los compradores extranjeros. La reciente eliminación de las ‘golden visa’, que permitían a los inversores obtener la residencia a cambio de la compra de propiedades, ha generado incertidumbre. A pesar de esto, los expertos coinciden en que el interés por el mercado inmobiliario español no se ha visto afectado de manera significativa, ya que los inversores consideran múltiples factores antes de tomar decisiones de compra.
El Banco de España ha advertido sobre el impacto que las compras de no residentes pueden tener en el mercado de la vivienda, especialmente en lo que respecta a la escalada de precios. Sin embargo, los inversores latinoamericanos continúan viendo a España como un refugio seguro para sus inversiones, lo que sugiere que la tendencia de crecimiento en el sector inmobiliario podría continuar en el futuro cercano. Con un entorno económico favorable y una creciente comunidad latina, España se posiciona como un destino clave para la inversión inmobiliaria en Europa.