En el sur de Tenerife, una operación policial ha destapado una compleja trama de corrupción que involucra a varios miembros de las fuerzas de seguridad y a un grupo criminal. Ocho personas han sido detenidas, y se han presentado cargos graves que incluyen pertenencia a una organización criminal, cohecho, revelación de secretos, tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Este caso ha generado un gran revuelo en la comunidad, especialmente por la implicación de un ex alto mando de la Policía Nacional, Francisco Moar, quien se encuentra en libertad a pesar de haber sido encontrado con una cantidad significativa de cocaína en su hogar.
La operación, que fue coordinada por Asuntos Internos y la Fiscalía Anticorrupción, ha revelado la existencia de una red que operaba en el sur de Tenerife, buscando expandir su influencia a través del narcotráfico. La detención de Moar, quien fue jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife y responsable de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), ha sido particularmente impactante. A pesar de su detención y del hallazgo de 145 gramos de cocaína en su vivienda, Moar no ha prestado declaración ante la jueza, lo que ha suscitado numerosas preguntas sobre su situación legal y su futuro en el proceso judicial.
### La Red de Corrupción y sus Implicados
La investigación ha puesto al descubierto a otros dos mandos de la Policía Nacional en Tenerife, uno de los cuales ya está jubilado y el otro es un subinspector que aún se encuentra en activo. Estos agentes son sospechosos de haber proporcionado información a la organización criminal a cambio de dinero, lo que pone en entredicho la integridad de las fuerzas de seguridad en la región. La red también incluye a un abogado, Jacob Haubbi, quien es presidente de la Asociación de Jóvenes Abogados de Tenerife y tiene vínculos con clubes cannábicos, así como a varios ciudadanos de origen libanés.
El líder de esta organización, Mohamed Jamil Derbah, un inversor libanés que ha estado en Canarias desde finales de los años ochenta, ha sido el único que ha sido encarcelado hasta el momento. Derbah se encuentra en prisión comunicada y sin fianza, lo que indica la gravedad de las acusaciones en su contra. Los demás detenidos han quedado en libertad bajo medidas cautelares, lo que les obliga a presentarse regularmente ante el juzgado, mientras que la investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.
La situación de Moar es especialmente delicada. Aunque se le encontró una cantidad de droga que supera el límite permitido para el consumo personal, su estado de salud durante la detención ha sido un factor que ha influido en su liberación temporal. Tras sufrir un desvanecimiento en el momento de su arresto, fue trasladado a un centro hospitalario, lo que ha retrasado su declaración. Las autoridades judiciales han indicado que no hay riesgo de fuga, dado que Moar tiene un domicilio conocido en La Coruña, donde reside desde su jubilación.
### Implicaciones para la Seguridad y la Justicia en Tenerife
Este escándalo de corrupción no solo afecta a los implicados directamente, sino que también plantea serias preguntas sobre la confianza pública en las instituciones de seguridad en Tenerife. La implicación de altos mandos de la Policía Nacional en actividades delictivas puede erosionar la fe de la ciudadanía en la capacidad de las fuerzas del orden para proteger y servir a la comunidad. Además, el hecho de que un exjefe de la Policía Judicial esté involucrado en un caso de narcotráfico es un golpe duro para la imagen de la institución.
La comunidad espera respuestas claras y acciones contundentes por parte de las autoridades. La investigación en curso podría llevar a más revelaciones sobre la corrupción en las fuerzas de seguridad y la posible existencia de redes más amplias que operan en la isla. La situación de Moar, quien aún no ha declarado, es un punto focal en este caso, y su eventual testimonio podría ser crucial para desentrañar la magnitud de la corrupción en Tenerife.
Mientras tanto, la Policía Nacional y la Fiscalía Anticorrupción continúan su labor para esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a todos los implicados. La sociedad canaria observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos, esperando que se haga justicia y que se restablezca la confianza en las instituciones.