En un reciente informe, las conselleries de Economia y de Territori de la Generalitat de Catalunya se encontraron con una situación inesperada al revisar el inventario de bienes inmuebles aprobado la semana pasada. Este documento, que se publicó en la página de transparencia de la Administración catalana, reveló la existencia de numerosos “errores técnicos” que indicaban erróneamente que el Institut Català del Sòl (Incasòl) era el propietario de 5.420 viviendas y 630 terrenos cuya ubicación es desconocida. Este problema, según las autoridades, se debe a un fallo en la conversión de direcciones entre el sistema de información del Incasòl y un software de cifrado de datos conocido como GPG.
La Generalitat de Catalunya es propietaria de casi 20.000 viviendas distribuidas en todo el territorio, lo que la convierte en uno de los principales actores en el mercado de la vivienda en la región. Sin embargo, la aparición de estos errores ha suscitado dudas sobre la eficacia y el rigor de ciertos estamentos de la función pública. En un contexto donde la crisis habitacional es un tema candente, el Ejecutivo socialista ha prometido abordar estos problemas para alcanzar un nivel de “excelencia” en la gestión pública que los ciudadanos merecen.
La publicación de este inventario no es un hecho aislado. Se deriva de una orden firmada en 2020 por el entonces vicepresidente del Govern y conseller de Economia i Hisenda, Pere Aragonès. A pesar de los problemas burocráticos que han surgido en el proceso de recopilación de información, el actual conseller, Salvador Illa, ha continuado con la implementación de esta medida. La importancia de este inventario radica en que proporciona una visión clara de la situación de la vivienda pública en Catalunya, un aspecto crucial en el marco de la crisis habitacional que enfrenta la región.
### La Propiedad Inmobiliaria de la Generalitat
El inventario de bienes inmuebles de la Generalitat revela que las entidades del sector público son propietarias de un total de 19.948 viviendas en Catalunya. Esta cifra es significativa, especialmente considerando que el president Illa se ha comprometido a construir 50.000 nuevos pisos durante esta legislatura para abordar la crisis de vivienda. Aunque los datos actuales no permiten determinar si estas viviendas están ocupadas o vacías, sí ofrecen información valiosa sobre su distribución.
De las 19.948 viviendas, 2.841 son propiedad de la Agència de l’Habitatge de Catalunya, mientras que 17.139 pertenecen al Incasòl. La mayoría de estas propiedades se concentran en la ciudad de Barcelona, que alberga 2.645 viviendas. Sin embargo, resulta sorprendente que Constantí, un municipio de Tarragona, sea el segundo lugar con más viviendas de la Generalitat, con un total de 1.266. En contraste, las cifras son mucho más bajas en otras ciudades, como Lleida con 496, Tarragona con 206 y Girona con solo 130. Esta distribución desigual plantea interrogantes sobre la planificación y gestión de la vivienda pública en Catalunya.
Además, el inventario incluye otros activos inmobiliarios, como 62 solares, la mayoría de los cuales (52) son propiedad del Servei Català de la Salut y están destinados a la construcción de futuros centros de atención primaria. También se registran 17 albergues, 17 institutos, 9 helipuertos, 5 museos, 241 oficinas (32 de ellas en propiedad), 27 hospitales y 31 oficinas alquiladas en el extranjero. Entre estas propiedades, destaca el alquiler de una vivienda en Santa Cruz de Tenerife, destinada a los trabajadores del Institut de Física d’Altes Energies.
### Implicaciones de los Errores en el Inventario
Los errores detectados en el inventario de bienes inmuebles no solo son un problema administrativo, sino que también tienen implicaciones significativas para la política de vivienda en Catalunya. La existencia de 5.420 viviendas sin identificar puede dificultar la planificación y ejecución de políticas efectivas para abordar la crisis habitacional. En un momento en que la necesidad de vivienda asequible es más urgente que nunca, la capacidad de la Generalitat para gestionar su patrimonio inmobiliario de manera eficiente es crucial.
La situación actual pone de relieve la necesidad de una revisión exhaustiva de los sistemas de información utilizados por las administraciones públicas. La falta de precisión en los datos puede llevar a decisiones erróneas que afecten a miles de ciudadanos. Por lo tanto, es imperativo que la Generalitat tome medidas para corregir estos errores y garantizar que la información sobre su patrimonio inmobiliario sea precisa y accesible.
La transparencia en la gestión de los bienes públicos es fundamental para restaurar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. La Generalitat debe trabajar para mejorar sus procesos internos y asegurar que los datos que se publican reflejen la realidad del patrimonio inmobiliario. Solo así podrá avanzar en la construcción de una política de vivienda que responda a las necesidades de la población y contribuya a mitigar la crisis habitacional que afecta a Catalunya.