En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Washington, una asistente social especializada en adolescentes ha sido acusada de abusar sexualmente de un joven durante su internación en un centro de salud. Alicia Kaye Stowe, de 36 años, trabajaba en Daybreak Youth Services, una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a jóvenes con problemas de adicción y salud mental. Sin embargo, el centro perdió su licencia para operar en 2021 tras la revelación de este caso de abuso, lo que llevó a su cierre definitivo.
La acusación se basa en una serie de cartas y mensajes de texto que Stowe intercambió con el adolescente de 16 años, que ahora tiene 20. La esposa de Stowe fue quien alertó a las autoridades sobre la relación inapropiada, lo que dio inicio a una investigación que ha revelado detalles perturbadores sobre la dinámica entre la asistente social y el joven.
### La relación entre Stowe y el adolescente
Durante su internación de 90 días en el centro, el joven mantuvo relaciones sexuales con Stowe en al menos tres ocasiones. Según su testimonio, la relación comenzó con paseos por los pasillos del centro, donde él comenzó a escribirle notas. En una de estas cartas, el joven expresó sus sentimientos hacia Stowe, mencionando que pensaba en ella constantemente y que deseaba que su relación continuara después de su alta. «Cada día que te vas pienso en vos y pienso cómo puedo hacer que esto funcione después de salir», escribió el joven, quien también mencionó que Stowe era la única persona que le había hecho pensar en el matrimonio.
Los mensajes de texto presentados como evidencia en el juicio muestran la intensidad de la relación. En uno de ellos, el joven le dice: «Te quiero Kaye», y se refiere a ella como «nena». Stowe, por su parte, responde afirmativamente y expresa su amor hacia él. Estos intercambios han sido cruciales para la Fiscalía, que argumenta que Stowe abusó de su posición de autoridad para mantener relaciones sexuales con el menor.
El joven también relató que Stowe le practicaba sexo oral en el baño de su habitación y que, en una ocasión, condujo más de dos horas para encontrarse con ella en un hotel. Estos testimonios han generado un gran revuelo en el tribunal, donde se han presentado como pruebas contundentes de la relación inapropiada.
### La defensa y las contradicciones
La defensa de Stowe ha intentado desacreditar las declaraciones del joven, argumentando que su historial de consumo de metanfetamina lo hace poco confiable. El abogado Jon McMullen ha sostenido que el joven no siempre es capaz de discernir entre la verdad y la mentira, citando varias ocasiones en las que supuestamente mintió a las autoridades sobre el caso. Sin embargo, el joven ha admitido que en sus primeras declaraciones trató de proteger a Stowe, omitiendo detalles cruciales sobre lo que realmente sucedió.
La fiscal Melinda McMahon ha enfatizado que, aunque Stowe pudo haber actuado de manera profesional durante la primera internación del joven, en la segunda ocasión violó su deber al involucrarse sexualmente con él. Stowe, por su parte, ha mantenido su inocencia, afirmando que nunca tuvo un comportamiento inapropiado con el joven ni con ningún otro paciente. A pesar de sus declaraciones, en 2022 fue despedida del centro y en 2024 se le suspendió su licencia para ejercer.
Este caso ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los jóvenes en instituciones de salud mental y la importancia de proteger sus derechos. La relación entre un profesional y un paciente debe estar basada en la confianza y el respeto, y cualquier abuso de poder es inaceptable. A medida que el juicio avanza, la comunidad espera que se haga justicia y que se tomen medidas para prevenir que situaciones similares ocurran en el futuro.