La fotografía que ha sido galardonada como la Foto del Año en el prestigioso certamen de fotoperiodismo World Press Photo 2025 ha capturado la atención del mundo por su potente mensaje y la historia que narra. La imagen, tomada por la fotógrafa palestina Samar Abu Elouf, muestra a Mahmoud Ajjour, un niño de nueve años que resultó gravemente herido mientras intentaba escapar de un ataque israelí en Gaza en marzo de 2024. Esta conmovedora fotografía no solo destaca la tragedia personal de un niño, sino que también refleja las devastadoras consecuencias de un conflicto que ha marcado a generaciones enteras.
La directora ejecutiva de World Press Photo, Joumana El Zein Khoury, expresó su gratitud hacia los fotógrafos que, a pesar de los riesgos personales y el costo emocional, se dedican a documentar estas historias. «Es una imagen discreta que habla alto y claro. Cuenta la historia de un niño, pero también de una guerra tan desmedida que sus consecuencias se mantendrán durante generaciones», comentó Khoury. La imagen de Mahmoud no solo es un testimonio del sufrimiento humano, sino también un llamado a la empatía y la acción.
Mahmoud Ajjour fue evacuado a Catar junto con su familia, donde ha comenzado un proceso de recuperación. A pesar de las adversidades, el niño está aprendiendo a jugar con su teléfono, a escribir y a abrir puertas con los pies, adaptándose a su nueva realidad tras recibir tratamiento médico. Su sueño es sencillo: desea recibir prótesis y vivir como cualquier otro niño. Esta historia de resiliencia y esperanza se convierte en un poderoso recordatorio de la necesidad de atención y acción ante las crisis humanitarias.
Además de la Foto del Año, el certamen también ha reconocido a dos finalistas que han presentado imágenes igualmente impactantes. Una de ellas es «Cruzer de noche», capturada por John Moore, que retrata a migrantes chinos buscando refugio bajo la lluvia tras cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Esta imagen resalta las complejas realidades de la migración, un tema que a menudo se minimiza y politiza en el discurso público estadounidense.
La otra imagen finalista, titulada «Sequía en el Amazonas», fue tomada por el fotógrafo peruano Musuk Nolte. En esta fotografía, un joven lleva comida a su madre en Manacapuru, mostrando el impacto devastador de la sequía en la región amazónica. La imagen ilustra cómo el acceso a recursos básicos se ha vuelto cada vez más difícil, obligando a las personas a recorrer largas distancias por terrenos áridos que antes eran ríos. Este contraste entre la belleza natural del Amazonas y la dura realidad de la sequía es un recordatorio alarmante de los efectos del cambio climático.
Los trabajos premiados en el certamen World Press Photo se exhibirán en una exposición anual itinerante que recorrerá más de 60 lugares en todo el mundo, brindando la oportunidad a un público más amplio de reflexionar sobre las historias que estas imágenes cuentan. La fotografía, como medio de comunicación, tiene el poder de trascender fronteras y conectar a las personas a través de experiencias compartidas, y este certamen es un testimonio de ello.
El impacto de la fotografía en la sociedad es innegable. Las imágenes pueden provocar emociones profundas, generar conciencia y, en última instancia, inspirar cambios. En un mundo donde la información fluye rápidamente, las fotografías pueden servir como un ancla, recordándonos la humanidad detrás de las estadísticas y las noticias. La labor de los fotoperiodistas es crucial para mantener viva la memoria de los eventos que marcan la historia y para dar voz a aquellos que a menudo son silenciados.
El reconocimiento de la Foto del Año y los finalistas en el World Press Photo 2025 no solo celebra el talento de los fotógrafos, sino que también subraya la importancia de contar historias que a menudo se pasan por alto. En un momento en que el mundo enfrenta múltiples crisis, desde conflictos armados hasta desastres naturales, la necesidad de empatía y comprensión es más urgente que nunca. Las imágenes que capturan estos momentos críticos pueden ser un catalizador para la acción, motivando a las personas a involucrarse y a buscar soluciones a los problemas que afectan a nuestras sociedades.
La fotografía de Mahmoud Ajjour es un recordatorio poderoso de que detrás de cada imagen hay una historia que merece ser contada. A medida que el mundo continúa enfrentando desafíos, es esencial que sigamos apoyando y valorando el trabajo de aquellos que se dedican a documentar la realidad, ya que su labor es fundamental para fomentar un diálogo significativo y promover un cambio positivo en la sociedad.