En los últimos años, la percepción y la expresión de la identidad sexual han experimentado un cambio significativo, especialmente entre las mujeres jóvenes de la Generación Z en Cataluña. Un reciente estudio realizado por la Universitat Pompeu Fabra y la Universidad de Toronto ha revelado que más del 25% de las mujeres de esta generación se identifican como «no heterosexuales», lo que indica una tendencia hacia la diversidad sexual y una mayor aceptación de identidades fluidas.
La investigación, que se basa en encuestas realizadas en 2017 y 2022 a un total de 4,000 jóvenes, muestra que la identificación como bisexual o con otras formas de diversidad sexual está en aumento. Este fenómeno no solo se observa en Cataluña, sino que también se refleja en otras partes de España y en países europeos como Francia y el Reino Unido, donde las cifras de jóvenes que se identifican fuera del espectro heterosexual están creciendo.
Un aspecto interesante del estudio es cómo el género y la ideología política influyen en la forma en que los jóvenes se identifican sexualmente. Las mujeres jóvenes, especialmente aquellas que se identifican como de izquierdas, son más propensas a definirse fuera de la heterosexualidad. En contraste, la mayoría de los hombres continúan identificándose como heterosexuales. Este hallazgo sugiere que la conciencia política y el feminismo juegan un papel crucial en la forma en que las mujeres jóvenes perciben y expresan su sexualidad.
La investigación también destaca que cada vez más jóvenes optan por identificaciones menos rígidas, alejándose de etiquetas tradicionales como «gay» o «lesbiana». En su lugar, muchos se sienten más cómodos con términos como «bisexual» o simplemente «no heterosexual», lo que refleja una tendencia hacia una mayor fluidez en la identidad sexual. Este cambio puede estar relacionado con el acceso a información a través de internet y las redes sociales, donde los jóvenes encuentran referentes diversos que les permiten explorar y expresar su identidad de manera más abierta.
En el contexto de Barcelona, que ha sido un centro de atracción para la comunidad LGBTIQ+ durante décadas, el apoyo institucional también ha sido un factor importante. El gobierno municipal, tanto bajo la administración de Ada Colau como bajo la actual de Jaume Collboni, ha promovido políticas inclusivas y ha apoyado la visibilidad de la comunidad LGBTIQ+, lo que ha contribuido a crear un ambiente más acogedor para la diversidad sexual.
El estudio también señala que, aunque la aceptación social de la diversidad sexual ha aumentado, el crecimiento en la identificación como LGB+ no puede atribuirse únicamente a este factor. La interacción entre género, ideología y generación es fundamental para entender esta tendencia. Las mujeres jóvenes de izquierdas, en particular, tienden a alinear su identidad sexual con sus creencias políticas, lo que sugiere que el feminismo y la lucha por los derechos LGBTIQ+ están profundamente interconectados.
Comparando con otros países, en Francia, un estudio reciente indica que casi una quinta parte de las mujeres jóvenes no se identifican como heterosexuales, mientras que en el Reino Unido, el 10% de los adultos jóvenes se identifican como lesbianas, gays o bisexuales, un aumento significativo en comparación con años anteriores. Estos datos reflejan un cambio cultural más amplio en Europa, donde las nuevas generaciones están desafiando las normas tradicionales sobre la sexualidad.
En conclusión, la evolución de la identidad sexual entre la Generación Z en Cataluña es un fenómeno complejo que involucra múltiples factores, incluyendo el género, la ideología política y el contexto social. A medida que más jóvenes se sienten cómodos explorando y expresando su sexualidad de manera fluida, es probable que continuemos viendo un cambio en la percepción y aceptación de la diversidad sexual en la sociedad en general.