El 7 de octubre de 2025 marca el segundo aniversario de la operación ‘Inundación de Al-Aqsa’, un evento trágico que dejó una profunda huella en la historia reciente de Oriente Medio. En esta fecha, 1.200 israelíes perdieron la vida y otros 251 fueron secuestrados por miembros de Hamás, lo que desató una serie de eventos que culminaron en una masacre en la Franja de Gaza. Las cifras son escalofriantes: más de 67.000 personas han muerto en la ofensiva israelí desde entonces. En este contexto, los líderes europeos han hecho un llamado a la memoria y a la reflexión, recordando a las víctimas y abogando por un camino hacia la paz.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sido una de las voces más destacadas en este aniversario. A través de su cuenta en redes sociales, Von der Leyen enfatizó la necesidad de aprovechar este momento para buscar una solución duradera al conflicto. «Nunca olvidaremos el horror de los ataques de Hamás del 7 de octubre ni el dolor que causaron a las víctimas inocentes, a sus familias y a todo el pueblo de Israel», expresó. Su mensaje se centra en la importancia de trabajar por la paz, sugiriendo que la solución de dos Estados podría ser el camino hacia un futuro más estable en la región.
El presidente francés, Emmanuel Macron, también se unió a las voces que claman por la paz. Macron recordó el «horror indescriptible» de los atentados y subrayó la necesidad de liberar a los rehenes israelíes. «El dolor sigue vivo. No olvidamos», afirmó, haciendo un llamado urgente a un alto el fuego. La insistencia de Macron en la liberación de los rehenes refleja una preocupación compartida por muchos líderes europeos, quienes ven en esta acción un paso necesario hacia la desescalada del conflicto.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, condenó los ataques de Hamás, pero también hizo hincapié en la respuesta militar de Israel, que ha sido objeto de críticas por su falta de proporcionalidad. Meloni destacó que la violencia ha desencadenado una crisis sin precedentes en Oriente Medio y que es fundamental garantizar el éxito del plan de paz propuesto por el expresidente Donald Trump. Su declaración resuena con la idea de que todos los actores involucrados deben hacer un esfuerzo concertado para asegurar que esta «oportunidad preciosa y frágil» no se pierda.
El primer ministro británico, Keir Starmer, también se ha manifestado en este contexto, reafirmando la importancia de la solución de dos Estados. Starmer subrayó que la prioridad en Oriente Medio debe ser la liberación de los rehenes, el aumento de la ayuda humanitaria en Gaza y el establecimiento de un alto el fuego. Su mensaje es claro: un Israel seguro y protegido debe coexistir con un Estado palestino viable. Sin embargo, también ha instado a los estudiantes británicos a abstenerse de participar en manifestaciones propalestinas que puedan incitar al odio, reflejando una preocupación por el aumento del antisemitismo en el Reino Unido.
La situación en Suecia también ha sido objeto de atención, donde el primer ministro Ulf Kristersson ha expresado su firme rechazo al antisemitismo. En un mensaje claro, Kristersson afirmó que los judíos en Suecia deben sentirse seguros y apoyados. «No hay lugar para el antisemitismo en Suecia», enfatizó, subrayando la necesidad de que todos los ciudadanos, independientemente de su origen, puedan vivir sin miedo.
El presidente español, Pedro Sánchez, ha hecho un llamado similar, abogando por la consolidación de la solución de dos Estados como única forma de poner fin al conflicto. Sánchez exigió la liberación inmediata de los rehenes israelíes y pidió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que detenga lo que calificó de genocidio del pueblo palestino y que abra un corredor humanitario. Su declaración refleja una creciente preocupación por la situación humanitaria en Gaza, donde la población civil ha sufrido enormemente debido a la violencia.
A medida que el mundo observa el segundo aniversario de la operación ‘Inundación de Al-Aqsa’, queda claro que la comunidad internacional está dividida en sus enfoques hacia el conflicto israelí-palestino. Mientras algunos líderes abogan por una respuesta militar contundente, otros piden un enfoque más diplomático y humanitario. La necesidad de un diálogo constructivo y de un compromiso genuino por parte de todas las partes involucradas es más urgente que nunca.
La memoria de las víctimas de los ataques de Hamás y la crisis humanitaria en Gaza no deben ser olvidadas. La comunidad internacional tiene la responsabilidad de trabajar hacia una paz duradera, que no solo honre a los caídos, sino que también brinde esperanza a las futuras generaciones. La historia de Oriente Medio está marcada por el sufrimiento y la violencia, pero también por la resiliencia y la búsqueda de la paz. En este segundo aniversario, la esperanza de un futuro mejor debe prevalecer sobre el odio y la división.