En un contexto político en constante evolución, varios alcaldes de Junts han expresado su deseo de reunirse con Carles Puigdemont, líder del partido, para discutir la dirección y el enfoque político que está tomando la formación. Esta reunión, programada para principios de octubre, surge de una creciente preocupación por la desconexión entre el partido y las inquietudes de los ciudadanos. Los alcaldes, entre los que se encuentran Marc Buch de Calella, Albert Castells de Vic, Òscar Fernández de Cabrera de Mar, Agustí Arbós de Olot y Jordi Camps de Vidreres, buscan un cambio que les permita abordar de manera más efectiva los problemas cotidianos que afectan a sus comunidades.
La necesidad de un cambio de enfoque es evidente. Según fuentes cercanas a los ediles, existe un sentimiento compartido de que el partido no está respondiendo adecuadamente a las preocupaciones de la ciudadanía. Temas como la inseguridad, la multirreincidencia, las ocupaciones ilegales, la demografía y la inmigración son cuestiones que, aunque relevantes, no han sido tratadas con la seriedad que requieren en el discurso actual de Junts. Los alcaldes han manifestado su deseo de que el partido retome un enfoque más pragmático y centrado en el ‘seny’, un término que en catalán se refiere a la sensatez y el sentido común.
### La Desconexión con la Ciudadanía
La desconexión entre Junts y la ciudadanía se ha vuelto un tema recurrente en las conversaciones políticas. Los alcaldes han señalado que es fundamental que el partido escuche y responda a las preocupaciones de los ciudadanos. «Queremos un retorno al pragmatismo y al ‘seny'», ha declarado una fuente cercana a los ediles. Este clamor por un cambio de rumbo no solo proviene de los alcaldes que asistirán a la reunión con Puigdemont, sino que también es compartido por otros ediles que, aunque no estarán presentes, sienten la misma inquietud.
Uno de los puntos críticos que se ha mencionado es la falta de una figura de referencia en el cargo de jefe de la oposición en el Parlament, un puesto que ha quedado vacante y que ha generado incertidumbre dentro del partido. La ausencia de líderes fuertes y la reciente salida de figuras clave como Miquel Buch, David Saldoni y Jaume Giró han dejado un vacío que preocupa a muchos dentro de la formación. Estas renuncias son vistas como síntomas de una crisis más profunda que necesita ser abordada con urgencia.
Durante una reciente reunión del consejo nacional de Junts, el alcalde de Figueres, Jordi Masquef, hizo eco de las preocupaciones de sus colegas, instando al partido a volver a ser pragmático y a centrarse en ofrecer soluciones concretas a los problemas que afectan a la ciudadanía. Masquef destacó que la gente busca servicios públicos de calidad, seguridad y una vida digna, y que es imperativo que el partido se alinee con estas necesidades.
### Desafíos en la Gestión Municipal
Los alcaldes también han señalado que la creciente población en sus localidades está tensionando los servicios públicos, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento demográfico en Cataluña. Agustí Arbós, alcalde de Olot, ha planteado la pregunta: «¿Es sostenible una Cataluña actual con diez millones de habitantes?» Su respuesta fue negativa, argumentando que un crecimiento desmedido podría comprometer la calidad de los servicios públicos y la cohesión social.
Arbós ha abogado por un modelo económico que priorice el valor añadido y la automatización de calidad, enfatizando la necesidad de contar con profesionales cualificados en diversos sectores. La falta de médicos, carpinteros y otros oficios esenciales, así como la necesidad de que estos profesionales hablen catalán, son aspectos que deben ser abordados para garantizar un futuro sostenible.
El mensaje de los alcaldes es claro: es hora de que Junts escuche a sus bases y se comprometa a abordar los problemas que realmente preocupan a la ciudadanía. La próxima reunión con Puigdemont será una oportunidad crucial para que los líderes locales expresen sus inquietudes y propongan un cambio de rumbo que permita al partido reconectar con sus votantes y ofrecer soluciones efectivas a los desafíos que enfrentan sus comunidades. La política catalana está en un momento decisivo, y la capacidad de Junts para adaptarse y responder a las necesidades de la ciudadanía será fundamental para su futuro.