La interrupción de la circulación en la línea ferroviaria R2 Sud debido a obras ha generado un impacto significativo en el transporte público de la región. Desde la mañana del 22 de septiembre de 2025, los usuarios han tenido que adaptarse a un plan alternativo que incluye un despliegue masivo de autobuses, lo que ha llevado a una serie de complicaciones y molestias para los viajeros. A pesar de que el dispositivo ha funcionado con cierta fluidez, las quejas de los usuarios son evidentes, reflejando la frustración ante la falta de información y recursos suficientes para manejar la situación.
La situación se ha vuelto especialmente complicada en localidades como Sitges y Vilanova i la Geltrú, donde los usuarios han tenido que hacer frente a largas colas y tiempos de espera excesivos. Montse Chiva, una de las afectadas, relató su experiencia al tener que levantarse una hora antes de lo habitual para poder llegar a Barcelona a tiempo. Ella, junto a cientos de personas, tuvo que caminar desde la estación de Renfe de Sitges hasta el Passeig de Vilafranca, donde los autobuses hacia Gavà estaban disponibles. Este trayecto, que normalmente se realiza en tren, se ha convertido en un verdadero desafío logístico.
El despliegue de 55 autobuses, que ofrecen 41,000 plazas diarias, ha sido insuficiente para atender la demanda creciente de usuarios. Las líneas de autobuses Express.cat e15 y e16, que conectan el Garraf con Barcelona, ya estaban colapsadas antes de la interrupción del servicio ferroviario, y ahora la situación se ha agravado. Gerard, un usuario que esperaba para abordar un autobús, expresó su indignación al calificar la situación de «vergüenza», señalando que había tomado precauciones al levantarse más temprano, pero aún así llegaría tarde a su destino.
La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell, ha sido vocal en sus críticas sobre la necesidad de ampliar el servicio de autobuses hacia Barcelona. Ella ha señalado que la demanda ha aumentado un 40% en el último año, lo que hace evidente que el sistema de transporte actual no está preparado para manejar tal volumen de pasajeros. Carbonell ha convocado a una reunión programada para el 1 de octubre, donde espera que se discutan soluciones efectivas para mejorar el servicio.
Por otro lado, la directora de Transports i Mobilitat de la Generalitat de Catalunya, Susi López, ha defendido el plan alternativo implementado, afirmando que ha funcionado con agilidad. Sin embargo, también ha instado a los usuarios a evitar viajes no esenciales durante esta semana, sugiriendo que muchos de los desplazamientos son por motivos de ocio o compras, lo que podría contribuir al colapso del sistema.
El impacto de estas obras no solo se ha sentido en las estaciones de tren, sino también en las carreteras que conducen a Barcelona. Nicole Claeys, quien intentó utilizar el servicio de autobuses, se encontró atrapada en un tráfico que duplicó su tiempo de viaje habitual. Esta situación ha llevado a un aumento en la demanda de taxis, con un 35% más de solicitudes en comparación con un lunes típico, lo que ha generado un estrés adicional para los conductores y los pasajeros.
La respuesta de Renfe ha sido que el sistema de autobuses ha funcionado como «un carrusel», aunque muchos usuarios no comparten esta opinión. La falta de información adecuada y la escasez de recursos han dejado a muchos viajeros sintiéndose desatendidos y frustrados. A pesar de que se han hecho esfuerzos para comunicar la interrupción del servicio, muchos usuarios aún no estaban al tanto de los cambios, lo que ha llevado a una mayor confusión y desorganización en las estaciones.
La situación actual pone de manifiesto la necesidad urgente de revisar y mejorar la infraestructura de transporte en la región. Con un 10% de los usuarios de Rodalies afectados por estas obras, es crucial que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar que el sistema de transporte pueda manejar la demanda creciente y evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro. La reunión programada para el 1 de octubre será un momento clave para discutir las soluciones necesarias y asegurar que los usuarios tengan acceso a un transporte público eficiente y confiable.