La reciente ratificación del Tratado de Altamar, conocido como BBNJ (por sus siglas en inglés), marca un avance significativo en la protección de la biodiversidad marina y en la regulación de las actividades humanas en alta mar. Este tratado, que ha sido respaldado por 115 países, ha alcanzado el umbral necesario de ratificaciones para su entrada en vigor, lo que representa un logro histórico tanto para la conservación de los océanos como para el multilateralismo global.
La importancia de este tratado radica en su objetivo de regular las actividades en las zonas fuera de la jurisdicción nacional, que constituyen aproximadamente el 61% de los océanos del mundo. A través de la creación de áreas marinas protegidas, el BBNJ busca mitigar el impacto del cambio climático y preservar la biodiversidad del fondo marino. La ratificación del tratado por parte de Marruecos, el último país en hacerlo, ha sido crucial para que el acuerdo pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2026.
### Un Compromiso Global por la Biodiversidad
El Acuerdo sobre la Diversidad Biológica Marina en Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional es un paso adelante en la lucha por la conservación de los océanos. Este tratado no solo establece un marco legal para la protección de la biodiversidad marina, sino que también busca alcanzar el ambicioso objetivo de proteger el 30% de la biodiversidad marina para el año 2030. Este objetivo está alineado con el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, que fue adoptado en diciembre de 2022.
António Guterres, secretario general de la ONU, ha expresado su satisfacción por la ratificación del tratado, destacando que este logro es un claro ejemplo de lo que se puede alcanzar cuando las naciones trabajan juntas. La colaboración internacional es fundamental para enfrentar los desafíos que presentan los océanos, que se ven amenazados por la sobreexplotación, la contaminación y el cambio climático.
Katie Matthews, científica jefe de Oceana, ha subrayado la importancia de este tratado al señalar que, por primera vez, existe una base jurídica para salvaguardar la diversidad marina en aguas que pertenecen a todos y a nadie al mismo tiempo. Esta declaración resalta la necesidad de una gestión sostenible y responsable de los recursos marinos, que son vitales no solo para la vida marina, sino también para las comunidades humanas que dependen de ellos.
### Implicaciones para el Futuro de los Océanos
La ratificación del Tratado de Altamar tiene implicaciones profundas para el futuro de los océanos y la vida marina. Con la entrada en vigor del tratado, se espera que se establezcan mecanismos de gobernanza que permitan una supervisión más efectiva de las actividades en alta mar. Esto incluye la regulación de la pesca, la minería y otras actividades industriales que pueden tener un impacto negativo en el ecosistema marino.
Además, el tratado también contempla la creación de áreas marinas protegidas, que son esenciales para la conservación de especies en peligro y la restauración de hábitats degradados. Estas áreas no solo ayudarán a preservar la biodiversidad, sino que también contribuirán a la resiliencia de los ecosistemas marinos frente al cambio climático.
La participación de países como España y Chile en la ratificación del tratado es un indicativo de la creciente conciencia sobre la importancia de proteger los océanos. Chile, en particular, ha mostrado interés en acoger la secretaría del tratado, lo que podría posicionar al país como un líder en la conservación marina a nivel internacional.
La implementación efectiva del BBNJ requerirá un compromiso continuo por parte de los países firmantes, así como la colaboración con organizaciones no gubernamentales y la comunidad científica. La protección de los océanos es una responsabilidad compartida que requiere acciones coordinadas y sostenibles a largo plazo.
En resumen, la ratificación del Tratado de Altamar representa un avance significativo en la protección de la biodiversidad marina y la regulación de las actividades humanas en alta mar. Este acuerdo no solo establece un marco legal para la conservación de los océanos, sino que también refleja un compromiso global hacia un futuro más sostenible y responsable en la gestión de los recursos marinos.