La reciente detección de un brote de filoxera en Tenerife ha generado una gran preocupación en el sector vitivinícola de Canarias, una región que hasta ahora se había mantenido libre de esta plaga devastadora. La llegada de este insecto, capaz de arrasar cosechas enteras, ha puesto en tela de juicio la eficacia del sistema de control fitosanitario, especialmente en lo que respecta a los controles que dependen del Estado en puertos y aeropuertos. Valentín González, consejero de Sector Primario y Bienestar Animal del Cabildo de Tenerife, ha señalado que «el fallo del control en frontera ha sido determinante para que la plaga entrara en Canarias», a pesar de que la comunidad cuenta con una normativa especial que prohíbe la entrada de vegetales de vid y el insecto causante de la filoxera.
### La Normativa y su Eficacia
La Ley del 12 de marzo de 1987 establece un régimen fitosanitario específico para Canarias, dado que es una región ultraperiférica de la Unión Europea. Esta normativa prohíbe la entrada de vegetales de vid y el insecto causante de la filoxera, pero permite la entrada de semillas y uvas. Sin embargo, González ha denunciado que la norma se ha quedado en lo teórico, ya que no se han dotado los recursos necesarios para garantizar su cumplimiento real. La responsabilidad en el control fitosanitario de frontera recae directamente en el Gobierno de España, y las deficiencias en los Puntos de Inspección Fronterizos (PIF) han quedado al descubierto.
Entre los principales fallos que ha señalado el consejero se encuentran la escasez de personal técnico, la falta de inversión en medios tecnológicos, el exceso de burocracia, la falta de coordinación y los controles insuficientes sobre el material vegetal introducido de manera informal. Esta situación ha llevado a que la entrada de plantas o estacas infectadas desde el exterior pueda dañar de forma irreversible un sector estratégico en Tenerife, trasladando a las instituciones autonómicas e insulares los costes extraordinarios de contención.
### Medidas Urgentes para la Contención
Ante esta situación alarmante, el Gobierno de Canarias ha activado una orden para frenar la expansión de la plaga, declarando la epidemia de filoxera en Tenerife y estableciendo medidas urgentes de control y erradicación. Entre estas medidas se incluye la prohibición de mover vid y uva fresca, con el objetivo de evitar su propagación a otros lugares. Además, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha impuesto restricciones adicionales, prohibiendo la importación y el tránsito de frutos y semillas de vid, a excepción de aquellos que provengan de países libres de la enfermedad.
González ha reclamado al Estado un refuerzo inmediato de personal especializado en los PIF y la modernización de los sistemas de detección mediante nuevas tecnologías de análisis rápido. También ha enfatizado la necesidad de fortalecer la coordinación con las administraciones canarias y endurecer los controles al material vegetal, implementando sanciones más contundentes frente a la entrada ilegal y mejorando los mecanismos de trazabilidad de la uva.
La situación es crítica, y la comunidad vitivinícola de Tenerife se enfrenta a un desafío sin precedentes. La filoxera no solo representa una amenaza para las cosechas, sino que también pone en riesgo la economía local y el patrimonio vitivinícola de la región. La respuesta de las autoridades y la colaboración entre diferentes niveles de gobierno serán fundamentales para mitigar los efectos de esta plaga y proteger uno de los sectores más emblemáticos de Canarias. La comunidad espera que se tomen las medidas necesarias para evitar que la historia de la filoxera se repita, asegurando así la continuidad de la producción vitivinícola en la isla.