La gestión de los presupuestos en Catalunya se ha convertido en un tema crucial para el president Salvador Illa, quien ha estado al frente del Govern desde hace más de un año. Su llegada al poder, marcada por una victoria electoral significativa y la derrota del independentismo, ha sentado las bases para una administración que busca estabilidad y progreso. Sin embargo, la falta de presupuestos desde 2023 plantea un reto considerable que Illa debe enfrentar en el nuevo curso político.
La necesidad de aprobar unos nuevos presupuestos para 2026 no solo es vital para la salud financiera de la Generalitat, sino que también representa un paso fundamental para consolidar la estabilidad política que Illa ha prometido. En un contexto de bonanza económica, contar con un marco presupuestario actualizado podría proporcionar el oxígeno necesario para las arcas públicas y permitir la implementación de una agenda ambiciosa que incluye mejoras en la financiación de servicios públicos, movilidad y vivienda.
### La Relación con los Aliados y la Dependencia Política
Para llevar a cabo esta tarea, Illa necesita el apoyo de sus aliados de investidura, ERC y Comuns. Sin embargo, esta dependencia se complica por la interrelación que existe entre el Govern catalán y el Gobierno central, que también está en proceso de elaborar sus propios presupuestos. Esta situación ha generado un equilibrio delicado, donde las decisiones de uno pueden influir en las del otro.
El president ha logrado establecer una “relación estable” con sus aliados, lo que ha permitido avanzar en acuerdos significativos para Catalunya. Entre estos se encuentran la mejora de la capacidad financiera de la Generalitat, que incluye una quita de la deuda, y un modelo de financiación singular que busca optimizar los recursos destinados a servicios públicos. Además, se ha propuesto un cambio en la gestión de la movilidad ferroviaria, así como un compromiso para construir 50,000 viviendas para 2030, lo que refleja un enfoque integral hacia las necesidades sociales y económicas de la región.
Sin embargo, la falta de cumplimiento de compromisos previos por parte del Gobierno central ha llevado a ERC a adoptar una postura cautelosa respecto a los presupuestos de Illa. La incertidumbre sobre la financiación y otros temas clave, como la amnistía, ha generado desconfianza, lo que podría complicar la aprobación de los nuevos presupuestos. Los socialistas, por su parte, argumentan que solo un Gobierno progresista puede atender las demandas de ERC y Junts, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
### Estrategias para la Aprobación de Presupuestos
A medida que se acerca la fecha límite para la aprobación de los presupuestos, el Govern catalán se enfrenta a la presión de cumplir con las expectativas de sus aliados y de la ciudadanía. La estrategia de Illa se centra en fortalecer la confianza con ERC y Comuns, mientras se trabaja en la implementación de acuerdos que puedan facilitar la aprobación de los presupuestos.
Uno de los pasos inmediatos que se prevé es la aprobación de un decreto que adapte la normativa para desplegar la hacienda catalana, lo que podría ser un avance significativo en la gestión financiera de la Generalitat. Además, se espera que el Consejo de Ministros apruebe un proyecto de ley que habilitará la condonación parcial de la deuda autonómica, un tema que ha sido objeto de debate y que podría aliviar la carga financiera de Catalunya.
Sin embargo, el camino hacia la aprobación de los presupuestos no está exento de obstáculos. La falta de sintonía entre ERC y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha complicado las negociaciones, y la incertidumbre sobre el cumplimiento de los acuerdos previos podría llevar a un rechazo de los presupuestos propuestos por Illa.
El próximo encuentro del Govern en Terres de l’Ebre, donde Illa reunirá a sus consellers, será crucial para definir las prioridades y estrategias a seguir en este nuevo curso político. La necesidad de afinar las prioridades del Govern es evidente, y la presión por alcanzar acuerdos que permitan la aprobación de los presupuestos se intensificará en las próximas semanas.
En este contexto, la gestión de los presupuestos se presenta como un desafío significativo para el president Illa, quien deberá navegar por un complejo entramado político y social para asegurar el futuro financiero de Catalunya. La capacidad de Illa para establecer consensos y avanzar en la implementación de su agenda será clave para determinar el rumbo de su mandato y la estabilidad política de la región.